La Municipalidad debe reglamentar con precisión y poner en práctica lo antes posible lo relacionado con la venta de bebidas alcohólicas en diferentes lugares y así terminar con el caos actual, plagado de comentarios, chismes e ideas alocadas. Escribe: Prof. Oscar Ramón

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El accidente de hace un mes en el que perdieron la vida dos jóvenes cuando regresaban caminando desde el boliche bailable por la ruta a Arias, ha provocado en los casarenses y fundamentalmente en las autoridades municipales una gran conmoción, poniendo en debate el tema de la venta de bebidas alcohólicas en distintos lugares y espectáculos si hay menores presentes.

La falta de claridad y precisión en la aplicación de las normas legales vigentes está produciendo todo tipo de comentarios, inquietando a las comisiones organizadoras de espectáculos, comidas, eventos deportivos, etc.

Que no se les vendan bebidas alcohólicas a los menores esta muy bien, pero lo que disparó la alarma en la población fue la prohibición de vender alcohol en el espectáculo de “Huella de Fortines” del fin de semana pasado. ¿Esto no es ser más papista que el Papa?. Esa como las demás instituciones casarenses, sobre todo las cooperadoras escolares, realizan variados eventos culturales y deportivos, como así también gastronómicos, para recaudar fondos y poder desarrollar sus altruistas actividades, siendo la explotación de las cantinas la mayor fuente de ingresos.

Se comenta que otra institución gauchesca con 50 años de existencia, habría suspendido una cena programada porque no iban a poder tomar vino o cerveza ¿….?

¿Se imaginan nuestros lectores a los cientos de burreros que concurrirán a las carreras cuadreras en “San Esteban” la semana próxima, comiendo el asadito o festejando sólo con agua, jugo o gaseosa?

Lo mismo ocurriría en las carreras de autos, motos, partidos de fútbol, etc. porque a todos estos espectáculos asisten menores de edad.

¿No se les ha ido la mano muy lejos?

Y tampoco falta quien en esa línea de pensamiento propone que los restaurantes, pizzerías y afines, a los que concurren menores (aunque vayan con sus padres), no puedan vender bebidas alcohólicas. Con esta alocada idea cierran todos los lugares de comida o se quedan sin clientes. Una verdadera locura.

Indudablemente es el momento de reflexionar y utilizar el buen criterio y sentido común, poniendo fin a este estado de cosas y las instituciones de nuestro medio continúen desenvolviéndose como hasta hace un mes, por el bien de  todos los casarenses.

Como decimos antes, no venderle alcohol a los menores está correcto, pero por lo demás, tengamos muy en cuenta que Papa hay uno solo y está en el Vaticano.

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