Los últimos acontecimientos relacionados a la ley de nocturnidad que en nuestra ciudad se está aplicando sin concesiones, dieron motivo a un duro altercado protagonizado por el propietario de la bailable Sin City «Chuby» Zubiaurre, con la inspectora Norma Elola, otros inspectores que la acompañaban, y policías participantes en el operativo, que según el mismo Zubiaurre «fue nunca visto en Carlos Casares».
El empresario nochero en su visita a nuestra redacción, si bien reconoció que «se le salió la cadena» y que estaba totalmente fuera de sí, califica dicho operativo como una persecución hacia su persona. «Me quieren fundir!» dice con cierta ofuscación.
-¿Persecución?
-Si, es que no la puedo llamar de otra manera. Me rodearon el edificio, más de 30 personas entre inspectores de la Guardia Urbana, policías, la inspectora Norma Elola y muchos otros.
-¿Vivono no estaba?
-No, y mejor que no haya estado. Igualmente lo llamé y cuando me contestó y me dijo que estaba durmiendo, lo eché a la …. «Vení acá -le dije- mirá lo que está pasando!».
-Hicieron controles de alcoholemia?
-Si fuera eso nada más… rodearon todo, había patrulleros en la ruta y todas las calles de acceso al boliche, la gente no sabía si eran controles de alcoholemia o qué, y optaban por irse.
-No estás de acuerdo con esas medidas…
-Eso no tenía sentido común, fue un acoso, tomar medidas tan extremas en un pueblo como Casares no tiene sentido. Ahuyentan a la gente, yo tengo 40 empleados, ya les dije que tengo que echar a 20, que con 300 personas que entran no puedo tener tantos. En Facebook alguien dijo que había más empleados que clientes.
-Los empleados que dicen?
-Querían hacer una marcha para mañana (la nota fue echa el lunes) y pedir hablar con Scioli. Yo les dije que hagan lo que quieran. Te repito que no tiene sentido, la gente no puede ir a un restaurante o a una pizzería porque a la salida le hacen control de alcoholemia. ¿Qué quieren, que todos tomen gaseosas?.
-Bueno, pero los menores…
-Yo prefiero que los menores no vayan a mi local. Si no van mejor, pero a los mayores los espantan, se sienten perseguidos, no pueden salir a tomar una copa porque les hacen control de alcoholemia y la policía les pide hasta el ADN. ¿Y la municipalidad que hizo?, ni senda peatonal, ni cartelería, ni marcación, nada. Además ¿qué es eso de que me pongan 3 o 4 inspectores adentro del local?. No se si corresponde.
-Se habla de una reunión en los próximos días…
-Si, eso dijeron pero no ponen los …. ¿Van a poder mantener esta situación en el tiempo?, ¿cómo van a hacer?. O caso no saben que los chicos se van a pueblos vecinos, con el riesgo que ello implica, y que hacen fiestas en quintas y casas particulares sin ningún tipo de control.
Zubiaurre insiste en que se trata de una persecución, y considera que el intendente está equivocado, que no es cierto como él dice que los restaurantes estaban llenos este fin de semana. «Mentira -asegura- la gente ya no sale ni a comer por miedo a las multas».
LA COMUNA SEGUIRÁ CON LOS CONTROLES
Se sabe que el intendente Torchio piensa seguir con los controles de nocturnidad, porque -según él dice- es lo que le pide la gente, y porque además pretende que se cumpla la ley. El intendente entiende que el que toma no debe manejar. Así lo establece la ley y pretende que se cumpla. Zubiaurre en cambio entiende que los operativos son exagerados y que aunque a él lo fundan no van a poder sostenerse en el tiempo. Mientras tanto la noche casarense se convulsiona, y no porque corra el alcohol…