La tolerancia, la permisividad, la indulgencia fueron factores determinantes para el avance brutal y desmedido del delito en nuestro país y al notar el poder político el rédito que causaba el hecho de responsabilizar a la policía de esta falencia, no escatimó el menor esfuerzo para vituperar o denostar a la fuerza policial, misión que llevaron a cabo encumbrados representantes políticos de la más variada gama ideológica que actúa en muestro país, a la que se sumó una gran parte de la sociedad convencida plenamente que lo que se decía era cierto y que había que terminar de una buena vez con esta policía, desganada, haragana, poco ilustrada y mal formada.
Transcurre el tiempo casi tres décadas, y en forma casi sorprendente surge un candidato a Intendente que no tiene la mínima necesidad de recurrir a la política para mejorar su situación social o económica, solamente dijo que quería hacer algo por Carlos Casares y comienza a ocuparse seriamente en el tránsito y la noche casarense, no criticó a su policía, no bastardeó a los funcionarios; solamente con buenas ideas y mejores formas trató que el cumplimiento de la ley se llevara a cabo.
Pero cuando está casi a punto de obtener sus mejores resultados aparecen los primeros damnificados, aquellos que lucran más si se viola la ley en perjuicio de la salud de nuestros menores.
LA LEY ES LA LEY Y COMO TAL HAY QUE CUMPLIRLA.
Si comenzamos a flexibilizarla, a poner en práctica controles mucho más manejables, todos sabemos a donde nos lleva todo esto.
Ya tenemos en nuestro ámbito lugareño casos patéticos de vida, por no cuidar la noche casarense, no toleremos que esta desgracia no deseada se repita, puede tocarnos a nosotros y es el peor de los calvarios.
APOYEMOS LAS BUENAS IDEAS Y MÁS CUANDO LAS BUENAS IDEAS NOS CUESTAN TAN POCO.
Guillermo Oscar Tous Comisario General (r.a.)
