Después de numerosos reclamos Ferro Expreso Pampeano se dignó a cambiar las barreras y señales lumínicas del paso a nivel de la calle Galcerán. Como se recordará estaban atadas con alambre y las luces no funcionaban. Cada vez que pasaba un tren por el lugar debía ir un empleado de la empresa a cortar el tráfico, con el agravante de que un día que por una u otra razón no lo hicieran, podía ocurrir un accidente trágico.
Ahora falta que rellenen los pozos entre las vías, por cuya causa es casi imposible transitar.