Se trata sin duda alguna de una medida progresista apoyada por políticos, jueces y mandatarios. Se sostiene que el Estado debe concentrar su esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico, en lugar de criminalizar a los consumidores. Una idea que fue ampliamente difundida por el entonces Ministro Ánibal Fernández, y de la cual es abierto defensor el Juez de la Suprema Corte Eugenio Zaffaroni, también la ministra de Seguridad Nilda Garré y el secretario de estado de la Secretaría de Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico, y otros altos funcionarios relacionados al tema.
Tras lo que será un amplio debate, luego la ley será tratada por la legislatura descontándose su aprobación en virtud de un acuerdo entre legisladores del oficialismo y la oposición. Y dicen los que sostienen la validez del proyecto: «A los adictos hay que dejarlos en manos de los médicos y de los psicólogos, y no que sea un juez el que defina su situación».
De aprobarse la ley se podrá fumar marihuana en la calle y probablemente usar otras drogas, siempre que no haya niños cerca. ¿Está bien eso?, ¿se podrá controlar?, ¿o vamos a asistir a un lamentable espectáculos de jóvenes y mayores drogados en lugares públicos y con total libertad?.
Por eso decimos que para muchos la aprobación de esta ley de la modernidad será un horror. Especialmente para aquellos padres que han demonizado (como corresponde) al consumo de drogas de tal manera, que ahora deberán explicarle a sus hijos que es mejor volcar todos los esfuerzos en combatir a los traficantes en lugar de molestar a los que consumen. Se hará difícil lograr que sus hijos entiendan toda la fundamentación dada hasta el presente, cuando ahora se deja de penalizar su consumo y por lo tanto fumar marihuana, e incluso cultivarla, o consumir otro tipo de drogas no será delito.
¿Como van a reformular sus campañas de prevención contra las drogas los organismos encargados de combatir o curar las adicciones?.
Los que apoyan la ley hablan de adictos, ¿pero como evitar que haya niños y jóvenes que se conviertan en adictos, si nada prohibe su consumo?. Difícil de entender, como tantas decisiones judiciales que dejan en libertad a criminales y violadores por tecnisismos que la sociedad no comprende. Sí, muy difícil de entender.