Nos refugiamos en esa frase tan popular para darle crédito a aquellas personas que creen en el más allá, en los extraterrestres, en las apariciones, las ánimas, y porque no en los fantasmas, si se quiere llamarlos así. A los que creen en todo aquello que escapa a la razón, y que a cada tanto asombran a la opinión pública.
La aparición de un supuesto fantasma en un comercio local pone nuevamente en tema una eterna polémica. Claro que esta vez no depende esa supuesta aparición de lo dicho por una persona, sino que parece refrendada por la tecnología. Una cámara ha captado extrañas imágenes acaso metafísicas que escapan a la explicación científica. Quién las vio, propietario de un comercio de esta ciudad, es una persona que no registra antecedente alguno de ser fabulador, como tampoco las muchas personas que han visto esas imágenes y que no alcanzan a explicarlas.
No es la primera vez que en Casares se habla de casas embrujadas, de apariciones, de objetos voladores no identificados, de extrañas huellas dejadas por presuntas naves extraterrestres, pero ha existido muy poca comprobación a dichos sucesos, salvo algunos muy puntuales ocurridos muchas décadas atrás.
Lo que no se pone en discusión es que existen personas que creen fervientemente en estos fenómenos paranormales, así como otros están convencidos en la realidad de los hechizos, en la aparición de los muertos, en el túnel de luz que precede a la muerte, y en muchas de esas visiones que al parecer ahora captan las cámaras de televisión, y quienes las estudian tampoco encuentran explicación alguna.
La religión no descree de las apariciones, por cierto que no, se las reverencia y se tiene fe en que sea por milagro divino o lo que fuese, han existido y existen. Misterios insondables que llevan miles de años aún no han podido ser resueltos. Y los creyentes se cuentan por millones.
Volviendo a lo nuestro, a las extrañas imágenes captadas por una cámara de video, estas encierran un misterio que alienta a aquellos que creen en las fuerzas del más allá. No sería desatinado someterlas a la investigación de los expertos. Tomarlas a la ligera contradice conceptos pragmáticos como «si no lo veo, no lo creo», que en este caso, por obra de la tecnología, se pueden ver. ¿Que misterio, no?.
