El sábado, luego de haber almorzado y con el día frío, estaba aburrido en mi casa y me fui a ver un partido de fútbol en Moctezuma. Allí “Los Canarios” recibían la visita del puntero Agropecuario, equipo que como todo el mundo sabe fue formado hace muy poco tiempo y pertenece a Bernardo Grobocopatel, y al cual seguí durante todo el Argentino C y me dio mucha alegría ver a hinchas de todos los clubes de nuestra ciudad brindándole su apoyo.
Pero cuando llegó el turno de participar en la Liga local me sorprendió ver partido tras partido la agresión de la hinchada rival hacia los jugadores o cuerpo técnico, aunque eso bien lo podemos tomar como folklore futbolero. Pero ante Moctezuma, me sorprendió que hasta del banco gritaban – a excepción del D.T. Julio Quiroga, a quien recordamos como un excelente jugador y tal vez por eso hoy es un excelente técnico- contra los jugadores y cuerpo técnico, alterando al mismo equipo moctezumense a cometer faltas innecesarias y muchas de ellas de “mala leche”.
Creo que a esta situación le cabe bien el dicho: la buena educación comienza por casa.
¿Qué culpa tienen los jugadores o el cuerpo técnico de Agropecuario de jugar en ese club?. ¿Hace mal Bernardo Grobocopatel en querer formar un equipo para que Casares sea más competitivo?.
Muchachos pensemos para adentro, no será hora de que nuestro fútbol deba aspirar a competir de igual a igual contra los mejores de nuestra liga, para poder estar a la altura de las ligas vecinas.
Hoy quedó demostrado que Agropecuario no es un equipo super dotado y que los partidos hay que jugarlos. Moctezuma aprovechó una de sus pocas llegadas y pudo empatarlo festejando al finalizar los 90 minutos como si fuera un triunfo y si eso es un incentivo anímico para el equipo está muy bien.
DNI: 20033168