¿No hay familias botineras?

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Como se sabe el empresario futbolístico Bernardo Grobocopatel solicitó a través de los medios la posibilidad de que los vecinos tomaran en calidad de pensionistas a futbolistas de su equipo de fútbol. Esa modalidad fue común décadas atrás, especialmente ante la falta de hotelería. Los pensionistas eran por lo general estudiantes del campo, empleados bancarios o profesionales que debían radicarse circunstancialmente en la ciudad.

Consultado Bernardo Grobocopatel sobre el éxito de su convocatoria, nos dijo que no tuvo llamados de ningún tipo, por lo que resolvió alquilar casas para albergar allí a sus jugadores.  »Hice el pedido para casas de familia en el convencimiento de que encontrándose en un ambiente familiar iban a estar más contenidos y autocontrolados, pero lamentablemente no hubo interesados», nos respondió Grobocopatel.

 

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