POR QUÉ NOS OPONEMOS AL AUMENTO DE LAS TARIFAS DE ABSA

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Desde hace 40 años el agua potable de Carlos Casares se obtiene de pozos que están ubicados a 50 Km. de nuestra ciudad, en el partido de 9 de Julio.

Desde siempre se sospechó de la presencia de arsénico en el agua pero solo trascendió a nivel de una noticia periodística sin tener mayor repercusión para ser solucionado por la provincia o la empresa concesionaria del servicio, y hablamos de Obras Sanitarias, Azurix y a partir de 1999 de ABSA, que tiene un gran componente del gobierno provincial.

Este panorama de desidia termina allá por el 2004, cuando un grupo de alumnos del ex colegio Nacional participan a nivel nacional de un concurso del diario La Nación, el trabajo se denominó “el Lado Oscuro del Agua”, a través del cual presentan a fondo el tema de los males que ocasiona beber agua todos los días con valores de arsénico entre 150 y 200 microgramos.

A partir de este trabajo, donde muchos vecinos se informaron de la problemática, se formó una comisión de ciudadanos que tuvo la virtud de persistir en el reclamo, y luego de muchas reuniones con gente de la empresa ABSA, funcionarios provinciales y hasta con el defensor del pueblo de la Nación, la provincia decide hacer  una planta de abatimiento de arsénico, que luego de muchas demoras comienza a funcionar a fines del año 2006.

La comisión de Vecinos fue reconocida por Ordenanza municipal y se encarga de tomar las muestras de agua en casas de vecinos, mandarlas a analizar a la CoNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), asegurando neutralidad y confiabilidad en el resultado.

Así transcurrieron los años 2007, 2008 y 2009, con resultados de valores de arsénico que no conformaron a nadie, que se agravaron porque la comisión comenzó a medir aluminio y los análisis detectaron la presencia de éste en el agua que quintuplicaban lo que estipulaba el Código Alimentario Argentino, además de incurrir la empresa en delitos ambientales como el de eliminar desechos cargados de aluminio y arsénico a los desagües cloacales que terminaban en lagunas a cielo abierto.

A todo esto, finalmente la provincia decide agrandar o completar la planta, pasando de un filtrado directo a un sistema de floculación, decantación-sedimentación y luego recién filtrado.

A fines de 2010 se puso en funcionamiento este nuevo proceso con la presencia de la ministra de Infraestructura provincial, a partir de lo cual los valores de arsénico bajaron sustancialmente, pero el aluminio se mantuvo casi siempre por encima de los 200 microgramos que sugiere como máximo el Código Alimentario Argentino.

 

ACTUALIDAD

El último análisis tomado el 23 de marzo dio que en el agua no hay arsénico pero que tiene 290 microgramos de aluminio, por lo que se persiste en el reclamo, porque no nos parece lógico que una empresa dedicada al agua, que maneja el agua en casi toda la provincia de Buenos Aires no pueda resolver este problema y tenga siempre en vilo a sus usuarios. Debemos agregar que ABSA no solo es negligente en el manejo del agua, sino también lo es en el tema Cloacas, ya que no tiene ni hace nada por tener una planta de residuos cloacales, encontrándose los mismos en muchas épocas del año bañando las calles y veredas de nuestra ciudad.

 

CONCLUSIONES

Hoy la visión de esta comisión es que la provincia ha gastado más de 10 millones de pesos en la construcción de una planta que por negligencia humana no funciona como debería, arrojando resultados a veces buenos y muchas veces malos, que no garantizan la salud.

Muchos vecinos y amigos han enfermado, otros han muerto, nunca pudimos comprobar científicamente que fuera la presencia de arsénico o aluminio en el agua que nos vende ABSA, pero si sabemos que la bibliografía al respecto es tajante en cuanto a la peligrosidad de la presencia de estos elementos en el agua.

Por ello, los integrantes de esta comisión no vamos a dejar de hablar, insistir, cuestionar a quien tenga autoridad en distintos niveles para que esto tenga una solución definitiva y es por esto que creemos que los vecinos de Carlos Casares, y otras poblaciones que están en la misma situación, no deberían pagar subas en este servicio y es en este sentido que se presentó a fines de mayo un recurso de amparo en la ciudad de Trenque Lauquen con el fin de frenar este aumento totalmente injusto, hasta tanto la empresa que tiene a su cargo el servicio de agua y cloacas sea seria y profesional.

 

COMISION FISCALIZADORA DE LA CALIDAD DE AGUA DE CARLOS CASARES

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