En nuestro afán de informar respecto al comprador del edificio en el que funcionara el supermercado San Cayetano, y ante la negativa de la inmobiliaria a revelarlo dado que la operación aún no había sido cerrada, logramos a través de otra fuente el apellido del comprador pero no su nombre. No obstante para no entorpecer en absoluto la importante operación solo consignamos una pista: el comprador podría ser un comerciante del ramo textil. La imaginación quedó a partir de allí por cuenta de nuestros lectores.
ERA OTRO SANTO
La relación que hicimos fue incorrecta. Le rezamos al Santo equivocado, podría decirse metafóricamente con humor, ya que el Santo al cual nos referíamos es un comerciante textil, mientras que el comprador no lo es, aunque si puede decirse que su negocio es una pinturita.
Se sabe que dicho empresario instalaría allí su próspero comercio, y que posiblemente , construya locales y tal vez departamentos , lo que será un soplo de aire cálido para el progreso de Carlos Casares.