No queremos parafrasear ni a Voltaire, creador de esa frase, ni a Sarmiento que la repitió en su exilio a Chile con el agregado de «Bárbaros». Simplemente hablamos de una idea que poco y nada tiene que ver con sentimientos de libertad o injusticia. Pero una idea al fin, que si tiene que ver con una problemática local, y que es la salida de los jóvenes de la disco ubicada en la ruta al cementerio, los que regresan a pie por la ruta o la banquina, a riesgo de que se repita la tragedia por todos conocida.
El aportante de la idea consideró que para evitar dicho riesgo lo mejor es hacer ese tramo peatonal, cortando y desviando el tránsito a determinada hora, para que quienes abandonan el boliche lo hagan con toda comodidad sin temor a ser atropellados por los autos que habitualmente circulan en ese tramo.
Intentando analizar dicha idea, que por cierto es bien intencionada, surgen numerosas preguntas:
* ¿Se puede tomar una determinación de esa naturaleza con una ruta que no es municipal sino provincial?
* ¿Por cuánto tiempo se prolongará esa situación, dos meses, tres, seis o provisoriamente para toda la vida?
* Si se desvía el tránsito en un día de mucha lluvia y uno de los vehículos que fueron desviados se accidenta, ¿quien se hará cargo de la demanda si la hubiera?.
* ¿Si se prolonga en el tiempo, tendrán la comuna y la policía siempre personal disponible para controlar los cortes?
Y como estas podríamos hacer muchas otras preguntas. Toda idea debe ser analizada y quien o quienes lo hagan actuar como el abogado del diablo, buscando todos los inconvenientes que pueda llegar a causar.
De todas maneras, más que ideas para sortear provisoriamente la situación, lo que hace falta es una solución definitiva. La senda peatonal es una de ellas. No falta demasiado, continuarla es la verdadera solución. Obviamente no se podrá con la senda peatonal evitar la desobediencia de los jóvenes, pero al menos se habrá hecho lo que hay que hacer para brindar seguridad.
Cuando se proyectó dicha bailable y se analizó su habilitación, debió haberse previsto antes una forma de poder llegar a la misma, cosa que no se hizo. Quienes van a pie deben hacerlo por la ruta o la banquina. No tienen otra forma de llegar ni de abandonar la confitería, lo que es un despropósito.
Por lo tanto debe hacerse ahora lo que no se hizo en aquella oportunidad. Las soluciones provisorias sabemos como son, pueden prolongarse de por vida.
No es nuestra intención matar la idea, pero si analizarla en profundidad.