El lunes se llegó hasta nuestra redacción la vecina María Peñaloza, domiciliada en Güemes 58, quien se encontraba muy angustiada. Le preguntamos en qué podíamos ayudarla y nos dijo que quería hacer público una desgracia que le había sucedido con su perrito, comenzando el relato de la siguiente manera: “El día viernes alrededor del mediodía, estaba mi perrito, que se llamaba “Tito” y era mi gran compañía, en la vereda de mi casa, bajó como todo animalito a la calle y pasó un señor en su vehículo atropellándolo y matándolo, disparando de la manera más cobarde. Ese hombre es un asesino al volante, porque así como lo hizo con el perro el día de mañana lo puede hacer con una persona, tal es así que atrás de ese auto venía el patrullero de la policía y se tomaron la amabilidad de parar y preguntarme si lo habíamos conocido al del auto que mató al perro, y yo les dije que no. Varios vecinos le gritaron de todo al tipo pero no paró, es un asesino, un desgraciado que a mí me está haciendo sufrir mucho y por eso quiero que se sepa. Porque para mí un perro es como una persona y si alguien no quiere a los animales tampoco quiere a las personas.
Yo estoy sufriendo mucho y extrañándolo a mi perrito “Tito” y le pido a ese señor que tenga la caradurez (sic) de venir a mi casa y pedirme disculpas y me diga señora yo no lo maté queriendo”