La infidelidad dejará de ser un deber cuando se apruebe la modificación al Código Civil que está en estudio. El adulterio está expresamente previsto en el Código en vigencia y se trata de un hecho que implica una grave violación a los deberes matrimoniales. Está dentro de las causales de divorcio conjuntamente con causas más graves como la instigación al delito y el abandono voluntario y malicioso del hogar.
Pero, parece que una vez aprobada la modificación del Código Civil, la infidelidad dejará de ser un deber matrimonial y por lo tanto a menos que cause daños a la integridad física o psíquica del cónyuge afectado, no significará nada, con lo que dejará de ser causal de divorcio.
La prestigiosa jurista Aída Kemelmajer de Carlucci manifestó: «La desaparición del deber de fidelidad se realiza por supresión como deber jurídico y su transposición como deber moral. Este proyecto (por la modificación al Código Civil) intenta pacificar en materia de conflictos matrimoniales. Hoy tenemos un régimen legal que no es pacificador», manifestó. Y luego agregó: «se puede llevar a un juicio por infidelidad ante daños de integridad física o psíquica, pero no por ser infiel».
El nuevo código ratifica que no se hacen distinciones entre matrimonios heterosexuales y homosexuales.
Sobre la reproducción humano post morten, el nuevo código no la autoriza «porque la voluntad procreacional debe ser presentada en cada uno de los pasos de la gestación».