Dado que existen confiterías, bares, restaurantes, locales, salones bailables y oficinas públicas donde no se respeta la ley provincial que dispone la prohibición de fumar en todos los lugares públicos , declarándolos como “libres de humo”, trascendió que a nivel del Concejo Deliberante se estaría considerando la posibilidad de darle entrada a una ordenanza que adhiera a dicha ley, solicitando al Departamento Ejecutivo que arbitre las acciones tendientes a ordenar su cumplimiento bajo pena de aplicar sanciones a quienes no lo hagan.
Actualmente en Carlos Casares salvo unos pocos lugares de esparcimiento, la ley no se cumple, por lo que se fuma con total libertad. En otras ciudades por el contrario la ley se aplica a rajatablas, y si bien en un primer momento hubo protestas por parte de los fumadores, estos terminaron por acatar la misma y convencerse que la finalidad de la ley es proteger tanto a fumadores activos como pasivos.
Aquellos que no pueden con su vicio y necesitan fumar, optan por salir al exterior y fumar aunque sea un cigarrillo, que siempre es mucho menos de lo que fumarían si pudieran hacerlo en el lugar donde están.
Consultados algunos dueños de bares y locales de esparcimiento, estos nos decían que se les hará muy difícil lograr que sus clientes respeten la ley, por lo que preferirían que sean los inspectores los que visiten sus locales y les indiquen a los fumadores que no pueden hacerlo. “Yo pondré carteles en mi local indicando que no se puede fumar y sacaré los ceniceros de las mesas, pero hacerle apagar los puchos a los clientes ni lo piensen”, decía el propietario de un conocido bar quien le acotó al cronista: “en mi local fuma todo el mundo, ¿quién los hace dejar de fumar?”.