Al leer la nota referida al Gobernador Saint Jean no pude dejar de volver a sentir la gran desazón y repugnancia que experimenté con el correr de los años cuando me enteré de quien había sido en realidad Saint Jean y toda esa caterva de genocidas que le provocó al país una profunda herida que jamás sanará. Yo estuve en ese almuerzo del cual el cronista da cuenta, y seguramente lo aplaudí como lo hicieron tantos que no tenían noción de que clase de espécimen era quien hacía uso de la palabra. Y mi horror llegó al límite del llanto cuando me enteré por el portal lanoticia1.com que había dicho ¨Hay que matarlos a todos…
Dicho portal lo comentaba así: Ibérico Saint Jean estaba procesado por delitos de lesa humanidad en la causa conocida como Circuito Camps, en la que se le imputaban un caso de homicidio y el de co-autor material de privación ilegal de la libertad y tormentos en 61 hechos.
El genocida habría prometido en 1977: «Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, enseguida a aquellos que permanecen indiferentes, y finalmente mataremos a los tímidos».
Además, ya en plena democracia, se jactaba de haber hecho desaparecer a «cinco mil subversivos».
Entre los casos que se le imputaban a Saint Jean, se encuentra el secuestro y las torturas sufridas por el periodista y director del diario La Opinión, Jacobo Timerman, ocurrido el 15 de abril de 1977.
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