Muchas veces el decir popular, el cariño de la gente, el trato cotidiano y familiar, nos ponen apelativos que se transforman, en oportunidades, en un sello de propiedad que nos identifica más allá de los datos filiatorios de nuestro documento. Y ese apelativo, apodo o denominación que nos designa o distingue se transforma, con el uso y la costumbre, en el apelativo con que muchos nos identifican.
Un caso muy especial y dentro de esos cánones de la costumbre pueblerina y social, es el de Azzo Julio Zuchiatti, “Tito Zuchiatti” pero, tal vez mayoritariamente en el trato popular, “Tito Re”. De muy joven ingresó a trabajar en la agencia Re, de don Ángel Re, ubicada en la calle Maipú, pegada a la librería Re, de su hermano Julio. Allí se fue desarrollando su existencia laboral, a tal punto que la imaginería popular, lo fue asociando tanto con su patrón, que le adosó el apellido de éste a su apodo de “Tito”…
Y es así, que con el transcurrir de los años, fallecido don Ángel Re, Azzo Julio Zuchiatti, Tito Re, siguió al frente de la prestigiosa agencia de venta y distribución de diarios y revistas. Y fue precisamente a través de esa agencia, que «Tito» trabara con la gente de El Oeste una cálida amistad que se prolongó y afianzó a través de los años.
Aquel que en sus años juveniles fuera arquero, mostrando su espigada silueta de atleta en las canchas de fútbol dando rienda suelta a una pasión futbolera que sin llegar a distinguirse entre los grandes exponentes del puesto, dejó su sello en el recuerdo de muchos memoriosos. Y muchos de sus amigos, yo he sido testigo de ello, lo llamaban en tren de chanzas, Musimessi, asociándolo, por su físico, los bigotes y su simpatías por Boca Jrs., con el famoso “Gato” correntino que defendiera los “tres palos” de Ñulls, y principalmente de Boca y la Selección Nacional.
Amigo de sus amigos, con su trato cordial y de llana identidad familiar, siempre rodeado de ellos, fue transcurriendo el tiempo de su existencia, formando una familia y acrecentando su patrimonio comercial. Todo parecía marchar “sobre rieles”, hasta que hace unos años, un serio problema de salud, comenzó, dolorosamente a marcar el tramo final de su camino por la vida. Su hijo Julio, a la sazón un joven “astilla del mismo palo”, se hizo cargo de la agencia, y Tito, perdida su compañera de la vdia, transcurrió sus últimos años haciendo vida de hogar y a la espera que el creador marcara su final.
Y fue el sábado 6 de octubre cuando su enorme corazón de muchacho bueno detuvo para siempre sus latidos y Azzo Julio Zuchatti, “Tito Re”, a los 78 años de edad, emprendió su viaje hacia el tiempo de los recuerdos. El inmenso dolor que su partida provocara, se vio reflejado en ela cato de s velatorio e inhumación en el Cementerio Municipal, previo responso religioso rezado en nuestra Iglesia Parroquial, el domingo 7 a las 10 hs.