Pareciera que estamos a un millón de años de las próximas elecciones legislativas y sin embargo en pocos meses más ya comenzarán a correr los plazos, deberán conformarse las listas y los partidos políticos de la oposición empezar a trabajar si es que quieren arrebatarle al oficialismo la posibilidad de que alcance la mayoría en el Concejo Deliberante.
El radicalismo, teniendo en cuenta las dos alianzas con las cuales participó en las últimas elecciones generales, luce tan o más dividido que antes. Por un lado el Frente Amplio Progresista (GEN, Socialismo y Cia.) que llevó a Luis Seraci como candidato a intendente, por el otro Unión para el Desarrollo Social (UCR con Alfonsín y el peronismo de Francisco de Narváez) con José Luis Campaña encabezando la lista local. Del Frente Popular Pro muy poco quedó en el orden local. Por un lado en soledad su candidato a intendente Jorge Zabala y por el otro los concejales que formaron rancho aparte en el bloque Unión Vecinos Casarenses, ahora aliados en algunas circunstancias al oficialismo. Y pare de contar. Todo indicaría, a menos que se produzcan algunos graves reveses a nivel provincial y nacional que afecten al oficialismo local, que el escribano Walter Torchio estaría en inmejorables condiciones para sumar concejales a su bloque y asegurarse o al menos arañar la mayoría para manejarse con mayor soltura en el Concejo Deliberante.
Ya se están tirando algunos nombres de futuros candidatos, incluso podría haber sorpresas, pero todavía esos chismes no tienen la entidad suficiente como para hacerlo público.