DE 270 EN 1983 A 920 EN 2012

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La municipalidad, alguna vez lo comentamos, es la fuente de empleo más importante de Carlos Casares. Hoy en día cuenta con 920 empleados entre los que pertenecen a la planta permanente y los jornalizados, a los que hay que agregarle unos 300 correspondientes a planes sociales. Una verdadera «industria» generadora de mano de obra, a la que ninguna otra empresa local puede igualar.

¿Siempre fue así?. NO, en 1983 con el advenimiento de la democracia, la planta de personal municipal ascendía a 270 personas, entre obreros, empleados, profesionales, etc. Luego vinieron los gobiernos de la democracia, la política se hizo ver en todas sus manifestaciones, convirtiéndose la comuna en una fuente de empleo, sea por favores políticos en su mayoría, o por necesidad en otros, ante la mayor dinámica y crecimiento que se comenzó a experimentar. El aumento de la planta de personal fue constante en la alternada sucesión de gobiernos radicales y peronistas, en un efecto multiplicador que en términos porcentuales se eleva al 340% más que al comienzo de la democracia. La nómina actual de empleados dice que hay en este momento 650 empleados más que hace menos de 30 años, cuando la población de Carlos Casares era apenas 2000 habitantes menor que la actual. No obstante sería mezquino y errático hacer una evaluación comparativa entre el aumento del personal municipal y la población. Los tiempos modernos han exigido a las municipalidades un crecimiento en todos los aspectos, con la consiguiente demanda de personal que ello implica, pero un 340% más es un exceso que a la larga se paga.

¿Cómo?, la falta de recursos -por ejemplo- para hacer frente a una erogación que crece como una bola de nieve, o que sube por el ascensor, mientras los recursos lo hacen por la escalera. Las consecuencias son los sueldos bajos, la baja calidad de la mano de obra contratada, y el constante reclamo de un personal que se considera mal pago al límite de no poder satisfacer sus necesidades básicas.

La solución no está en echar gente. NO, la solución está en implementar medidas para reducir la planta de personal, echando mano a planes de retiro voluntario, al congelamiento de vacantes, el retiro de aquellos que están en edad de jubilarse, y el firme compromiso político de solo efectuar aquellos nombramientos absolutamente necesarios.

Jamás en gestión alguna en 30 años se produjo una baja de personal. Es hora de que se haga para de una vez por todas ingresar a la coherencia administrativa que dice que una comuna no puede tener un gasto en personal que supere el 40% de sus ingresos.

El otro camino es el de subsidiar la desocupación con el empleo político, resignar obras y necesidades como la correcta atención de los servicios, la inversión en salud, seguridad y educación,  y el continuar con políticas salariales miserables, que es como tener en las manos una granada que puede explotar en cualquier momento.

 

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