Trascendió que días pasados el intendente visitó el hospital y tuvo en la sala de terapia una reunión con algunos empleados del sector enfermería, y que se suscitó una discusión por cuestiones salariales, estableciéndose un fuerte intercambio de palabras entre el jefe comunal y una enfermera de apellido Sogorbe. Se vivió un momento tenso, hubo palabras altisonantes e incluso algún golpe de puño en un escritorio, y si hubo más no lo sabemos porque las personas que allí estuvieron prefirieron no abundar en detalles. Se conoció un petitorio firmado por numerosos empleados entre los que se incluyen de las áreas de salud, servicios y otros, en el que se hacen reclamos salariales concretos. Es evidente que hay entre el personal un descontento por razones salariales y que está en su ánimo movilizarse. El intendente habría dado cuenta de sus imposibilidades económicas, y algún ofrecimiento que hizo fue desestimado por sus interlocutores por considerarlo una dádiva más que un aumento.
Es evidente que entre el personal del hospital hay mal humor, habiéndose escuchado en corrillos que volverán a la carga para que haya un nuevo aumento en los primeros meses del 2013, que lo que recibirán ahora se ha licuado por la inflación y que no les significa nada.