Un verdadero «señor del camino», era el camionero más antiguo de Carlos Casares, tenía 68 años pero la fuerza y el empuje de un toro, además de ser conocido como buen amigo, excelente esposo y mejor padre. Hablamos de José Luis «Carreta» Benfenati, quién el lunes en horas de la tarde sufriera un grave accidente en un frigorífico de Quilmes al que había ido a llevar hacienda. En la maniobra de descarga Benfentti se encontraba detrás del camión, entre éste y el acoplado, cuando de pronto en una maniobra desafortunada al desenganchar o enganchar el acoplado, Benfenatti fue aplastado entre ambos rodados. Asistido de inmediato presentaba fuertes dolores en el tórax, el hombro y los brazos, pero porfiado como era se negó a que lo llevaran a una clínica o a un hospital y le pidió al chofer que lo trajera a Casares. El se acostó en la cucheta del camión y emprendieron viaje.
LESIONES MUY GRAVES
Avisada la familia del accidente, el hijo de Benfenati, de 32 años fue a buscarlo y en 9 de Julio lo pasaron a su auto. Fueron directamente al hospital donde se comprobó que las lesiones que presentaba eran de gravedad. Tenía costillas fracturadas, las clavículas, un omóplato, posiblemente otras fracturas y golpes internos, despedía sangre, acusaba fuertes dolores y su estado empeoraba minuto a minuto. Habiendo decidido los médicos su derivación, sus familiares comenzaron en forma desesperada a buscar clínicas o sanatorios donde pudieran recibirlo, pero no lo conseguían. Luego ante una intervención directa del intendente Walter Torchio, familiar de Benfenatti, se logró que lo reciban en una clínica de La Plata. Pero no todo estaba resuelto.
¿POR QUÉ TARDÓ TANTO LA AMBULANCIA?
Los familiares prefirieron no hablar, pero sabemos que hubo escenas de dolor, impotencia e indignación. Tal vez no se sintieron debidamente contenidos. Algo pasó con la ambulancia que no lo trasladaban. Algunos dicen que esperaban la de su obra social, pero si ésta tardaba tanto ¿por qué no lo llevaron en una del hospital?. O en el avión ambulancia. Lo cierto es que ya de noche llegó una ambulancia de Trenque Lauquen que realizó el traslado. Ya en el trayecto a La Plata «Carreta» se les moría, su estado era gravísimo. Al llegar poco y nada pudieron hacer, falleciendo momentos más tarde. Luego se supo al realizarle la autopsia que las lesiones internas eran irreversibles, sufrió el aplastamiento de órganos vitales. «Estaba prácticamente reventado», dijo alguien groseramente.
Respecto al tema de la tardanza en su derivación trascendió que no había una decisión en firme de trasladarlo, y que si bien se pensó en hacerlo fue más para tranquilizar a la familia respecto a que se hizo todo lo posible, pero todo indicaba que su suerte ya estaba echada.
Con «Carreta» Benfenati se fue un tipazo, austero, buen amigo, saludador y trabajador como pocos. Toda su vida fue camionero, millones de kilómetros en las rutas, escuchando en soledad la radio, mateando cuando tenía algún acompañante, su voz ronca sonaba amable y sus historias del camino deleitaban.
Sus restos arribaron a nuestra ciudad pasadas las 20,30 hs. del jueves, recibiendo sepultura ayer viernes a las 11,13 horas en el cementerio local, previo responso en la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen. Vimos muchas lágrimas en su velatorio, de familiares, amigos, compañeros del camino y todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo. Su largo y sentido acompañamiento fueron cabal muestra de los afectos que en su vida supo conquistar.
Señor del camino, los caminos te van a extrañar…