EL AMIGO ZURDO

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Uno escucha, con la mirada lejos y los recuerdos cerca,  al Polaco Goyeneche decir aquellos versos de Federico Silva, musicalizados por Armando Pontier, y  ese “era un amigo zurdo de tan derecho, y para no andar gritando calló de golpe…” se nos mete en el alma y despierta las nostalgias…

Y los recuerdos, doloridos, sangrantes de pena, se agolpan y nos inundan el alma…Y lo vemos a Jorge Antonio Cerdá, de guardapolvo blanco, concurrir a la Escuela Nº 2, y luego, ya mozo, empezar de abajo, con dignidad, con esfuerzo, esa lucha por la vida y la subsistencia, abrazado al deporte, con la casaquilla de Deportivo, alguna vez o con la de Sp. Huracán que se le metió en la piel, entidad en la que llegó a ser Presidente, recordado por una labor emprendedora y progresista. Integrante del equipo del inolvidable Roberto Mouras, del que fue amigo de horas y asados compartidos.

Una día formó un hogar con Laura Olano, y de esa unión, vinieron alegrías llamados hijos y dolores llamados ausencia.

Empresario tenaz, capáz y sin desmayos, con su amigo “Quique Cantisani, y luego el ingreso del  Ingeniero Raposo, formó  una empresa a la que le pusieron “Las Lagunas”, que inundó de ideas nuevas y modernas un camino viejo de negociar semillas y cosechas. Y el sol del progreso iluminó el sendero de su lucha y el progreso económico fue la cosecha de su siembra.

Alguna vez, acompañando a otro amigo, Pascual Ángel Rampi, desde el terreno de la política, en el campo de sus ideas y convencimientos, el peronismo que heredara de su padre, Don Antonio, fue Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Carlos Casares y luego Concejal, elegido por el pueblo y Presidente del Concejo Deliberante, elegido por sus pares.

Como un moderno Midas, aquel progresista y legendario Rey de Frigia, que vivió 750 años antes de la era Cristiana,  del que se llegó a decir que “todo lo que toca se vuelve oro” por sus acertadas y positivas decisiones, el “Zurdo” como lo había bautizado el cariño de sus familiares y, principalmente, sus muchos amigos, también  fue distinguido, en muchísimo menor medida, por supuesto, por la varita mágica del éxito. De ese éxito que muchas veces te da, con felicidad, y que te quita, con sufrimiento y dolor.

Amigo de los amigos, con la mano, el abrazo y el pecho siempre dispuestos a una ayuda, a un favor, a dar la calidez del cariño.

En el terreno de los negocios, de la empresa, “Las Lagunas” fueron creciendo, ampliando su extensión sin inundar pero agrandando su territorio  y Jorge Antonio Cerdá, como el capitán de ese barco, lo fue conduciendo, con su tripulación atenta y colaboradora, por distintos  mares, algunos de bonanzas, otros de borrascas, pero encontrando, generalmente, puertos  con muelles confiables.

Sigue Roberto “Polaco” Goyeneche diciéndonos: “zurdo, te llamabas zurdo el de la memoria y las guitarreadas,…zurdo, te llamabas zurdo, pero no importaba porque desde arriba, seguro…seguro! que estás esperando para armar conmigo de fuelle y de viola, una milongueada que va a hacer historia”

El tiempo le fue tiñendo sus cabellos con los grises del pasado y el cuerpo, de deportista, atleta, futbolista comenzó a dejar mensajes del camino transcurrido y “los 60” fueron quitando elegancia, presencia y donaire a su andar de caballero  atildado. El tiempo, ese tirano…

Y un día, comienzos del último mes del año 2012, primero la incertidumbre, la duda, la sospecha y luego la certeza, la dolorosa confirmación, el puñetazo en el pecho de la realidad: Jorge Antonio Cerdá  fue encontrado flotando en las aguas del Canal Mercante con la vida perdida vaya a saber por que senderos…

“Jugó de “wing” izquierdo para mi “cuore” y está siempre llegando, con ojazos entradores como puñales, de sur a norte…”

En la tardecita del sábado 08, del Día de la Vírgen, como señalan las devotas creyentes, el cortejo, compungido, numeroso, apenado, bautizado de salobres lágrimas, lo acompañó en el último tramo de su viaje por este terrenal espacio, donde alguna vez reinara como  pocos, para que se entregara al sideral espacio de los celestes recuerdos…

JUAN DOMINGO ONDANO

 

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