Digamos que es más de lo mismo, una práctica usual que viene de tiempos inmemoriales, a la que unos médicos «acceden» y otros no. Lo cierto es que ya son varias las denuncias que hemos recibido, por supuesto anónimas, dado que la gente es remisa en denunciar a los médicos, referidas a que en las guardias, tanto del Hospital como del Centro Materno, los médicos que allí prestan servicios (no todos por supuesto), solicitan bonos de la obra social al paciente al cual atienden. Y además en presencia de enfermeras que los asisten, lo que convierte en doblemente preocupante el tema, ya que esa suerte de complicidad es normal. Incluso han llegado a solicitarle bonos a funcionarios municipales, los que aún conociendo que esa práctica es ilegal, para evitar una situación desagradable accedieron al pedido.
Si bien como decíamos anteriormente, esta situación no es novedosa, ya que se la practica desde tiempos inmemoriales y con variantes que van mucho más allá de un bonito, es de esperar que a nivel de las autoridades de salud machaquen en los integrantes del cuerpo médico que les está absolutamente vedado solicitar bonos de obras sociales o de prepagas a las personas que allí atienden, como así también cobrar en los consultorios por prácticas o intervenciones que se realizan en los centros de salud del municipio, que como todos saben son completamente gratuitos.
Curiosamente y por citar una situación anecdótica, días pasados llegó a nuestra redacción un conocido vecino con intenciones de hacer público un agradecimiento al médico que había intervenido quirúrgicamente a un familiar directo. Al dictar el texto de dicho agradecimiento, comentó de manera un tanto jocosa: «La verdad es que no se que es lo que debo agradecerle, ya que me cobró ocho mil pesos por la operación, que según tengo entendido debió haberla hecho gratis».
Es probable, y en rigor no existen dudas de que sea así, deben ser muchos los agradecimientos por servicios prestados que no han sido gratuitos.