Si bien la fe está basada en el amor, ya sea a Dios, a santos y vírgenes, como también a personajes emblemáticos que son parte de cultos paganos y populares, también existe el temor por aquello de que Dios te va a castigar, lo que convierte a iglesias y santuarios en lugares ciertamente vedados para los ladrones.
Claro que últimamente los amigos de lo ajeno ya ni siquiera abrigan esos temores, siendo cada vez más común el robo a iglesias y lugares santos. Y como podemos ver ni siquiera el santuario del Gauchito Gil,. recientemente inaugurado en Smith, se salvó de la codicia de los ladrones. Es así que rompieron los vidrios e ingresaron a su interior, robándose la alcancía y tributos que han dejado allí los muchos seguidores de ese emblemático personaje. Lo sucedido causó gran pena entre los que custodian ese santuario y la gran cantidad de personas que son devotos del Gauchito Gil, los que no alcanzan a comprender para que pueden servirle esos tributos y las pocas monedas que había en la alcancía. La policía está en conocimiento, pero no es fácil investigar cuando el bien profanado no tiene dueño, ni nadie es legalmente responsable del mismo. Un vecino de Smith, muy creyente del Gauchito, nos dijo: «Los ladrones no tienen que preocuparse por la policía ni tenerle miedo a esta justicia, sino a la del Gauchito Gil, y que los perseguirá de por vida…
Este es el santuario del Gauchito Gil, que profanaran para robarle la alcancía y los tributos de los creyentes.