Dicen que cada cosa tiene su precio, pero que un cascotazo cueste 40 mil pesos, es algo carito. Ese es al menos el valor que le dio a un cascotazo que recibiera el árbitro Juan Carlos Morales, de Luján, en un partido de fútbol de interligas celebrado el 27 de noviembre de 2011 entre las divisiones del Club Atlético Smith y Boca Carlos Casares en la cancha de los primeros conocida como la cancha del parque «Martín Medina».
Según cuenta la crónica de aquel encuentro, el árbitro, que resultó con una herida cortante en el abdomen, fue traído a nuestra ciudad por un móvil policial ya que el remisero Cachula Carreira que lo había llevado no quiso asumir el riesgo de traerlo por temor a recibir una pedrada.
El árbitro Morales hizo la denuncia en la comisaría local y aportó como pruebas la piedra que le arrojaron y botellas, tuercas y demás objetos que también le habían tirado los parciales de Smith.
SE CULPÓ A UN CONCEJAL
Respecto al responsable de la salvaje agresión se lo señaló al conocido vecino y concejal José Luis Perinasso, hincha fanático de Smith, quien negó totalmente la versión tildándola de descabellada, por cuanto él -según manifestara- se encontraba del otro lado de la cancha, lejos del lugar donde sucedieron los acontecimientos.
PIDE $ 40.000
Como decíamos, Morales ahora pide $ 40.000 de resarcimiento por la agresión sufrida, habiéndose asentado la causa en el Departamento Judicial de Mercedes. Hasta allí habría viajado días pasados el abogado del Club Atlético Smith, Dr. Lucas Oddo, a fin de ver el estado de la causa y estimar la posibilidad de llegar a un acuerdo, ya que sacarle hoy en día $ 40.000 a un club es mandarlo al descenso.
Alguien allegado a la institución dijo irónicamente al referirse al tema: «Por un lado nos ayudan, pero por otro lado las macanas que se mandan nos salen el doble…».