Hugo Chávez no fue un extraño para Carlos Casares. Muy por el contrario, hizo público en presencia del presidente Néstor Kirchner (f), y de la hoy presidenta Cristina de Kirchner, entonces Senadora Nacional, su deseo de visitar los campos de soja de Carlos Casares.
Fue en marzo de 2007, en oportunidad de firmarse en la quinta presidencial de Olivos un convenio con la empresa venezolana PDVSA a través del cual Grupo Los Grobo. Allí estaban los presidentes Néstor Kirchner de Argentina y Hugo Chávez Frías de Venezuela, la primera dama Senadora Nacional Cristina Fernández de Kirchner, la embajadora de Argentina en Venezuela Alicia Castro, los hermanos Gustavo y Andrea Grobocopatel, Presidente y Vicepresidente de Grupo Los Grobo, funcionarios nacionales y ejecutivos de ambas empresas.
EL CONVENIO
Consultada la voz de la empresa, se nos informó que Grupo Los Grobo se comprometía a gerenciar integralmente el Proyecto de Producción de soja, maíz, sorgo y otros cultivos, permitiendo lograr resultados exitosos en corto plazo. A su vez transferir y adaptar tecnología para la producción de esos cultivos, transferir conocimientos y desarrollar competencias (capacidades, habilidades y valoraciones) en los productores, procesadores y proveedores de servicios venezolanos que permitan llevar adelante sustentablemente ese proyecto. También desarrollar áreas que permitan acelerar el proceso de transferencia y adopción de tecnología y competencias en los talentos, más allá de la tarea de consultoría que se encontraba incluida en el convenio.
La consultoría de Los Grobo en Venezuela culminó en mayo del 2008 dejando la capacidad instalada como para que sigan funcionando por su propia cuenta y con varios logros entre los que se pueden mencionar:
1) Tecnología adaptada a las condiciones locales.
2) Formación de personas para la operación y liderazgo del Proyecto.
3) Desarrollo de diseños organizacionales que faciliten estos procesos, mejorando las relaciones interpersonales, el trabajo en equipo y la comunicación.
4) Desarrollo de proveedores locales de productos y servicios.
5) Infraestructura adecuada a las necesidades productivas.
6) Integración a las cadenas de procesamiento y distribución de alimentos.
Lo realizado en un año constituyó una buena señal para el avance futuro del Proyecto que posee un potencial enorme para transformar parte del sector agroindustrial de Venezuela.
Chávez lamentablemente, por impedimentos de su agenda, no pudo conocer los campos de soja casarenses como era su deseo.