La vida tiene caminos que los va marcando el tiempo, que tienen dolor y penas, que llevan voz y silencio, y que a quienes marchan por ellos los va enriqueciendo por dentro…
Graciana Rosa Franquet, caminó durante 90 años esos caminos y el tiempo, el destino y la vida, la colmaron de la riqueza del cariño de los suyos, del reconocimiento de quienes la rodeaban y pobló ese sendero de recuerdos. Con Alberto Lucino formó un hogar que se vio bendecido de 4 hijos, Carlos, médico, hoy radicado en Rivera, Ricardo, también médico, que vie en Carlos Casares, Horacio, que no alcanzó a recibirse de Ingeniero y que trabajara en Obras Sanitarias de la Provincia de Bs. As. y Edgardo, que es jubilado bancario. Hermosa familia, que fueron su sueño y esfuerzo junto a Alberto. Su marido fue trabajador del Correo Argentino, honesto, capacitado, respetado, y ella en el entonces Teléfonos del Estado, donde llegó a Supervisora Mayor. Sus hijos premiaron su esfuerzo y dedicación con un puñado de nietos y bisnietos que fueron el sol de la calidez en el último tramo de su vida, ya sin su esposo que había marchado hacia el espacio celeste de los recuerdos años antes. Pero su largo andar por los senderos de la existencia, también tuvo su punto final y el martes 12 de marzo, cuando contaba con 90 años de vida, Graciana Rosa Franquet de Lucino, Ñata para el trato familiar y cariñoso también iniciaba ese último viaje hacia los senderos donde moran los más hermosos recuerdos y de donde ha de volver, ora sonrisa, ora abrazo ora caricia de nostalgia, para entibiarnos el alma de cariño. El dolor que su partida provocara quedó demostrado en el velatorio e inhumación de sus restos, en el cementerio municipal, el 12 de marzo a las 18 hs., previo responso religiosos rezado en la Iglesia Parroquial Nuestra Señora del Carmen.
Que el Señor de a la apreciada vecina el descanso eterno que su querida alma merece.