El tema es delicado e impone un tratamiento cuidadoso dado que las partes no han hablado y por razones que desconocemos hasta el momento pretenden no hablar. Se sabe que una joven señora ingresó días pasados al hospital con un presunto embarazo y en situación de dar a luz. A su vez dicha joven habría pedido que le efectúen el ligamento de trompas como habitualmente se dice, por lo que se decidió -dadas las circunstancias- hacer una intervención cesárea sin comprobaciones previas como una ecografia o comprobar el latido fetal, dado que -según trascendió- dicha demora podría haber puesto en riesgo la vida de la paciente. La abrieron y no había bebé, la joven no estaba embarazada. Se procedió a ligar las trompas, asentándose esa práctica médica en la historia clínica de la paciente. Se habla de embarazo psicológico y de otras variantes, pero oficialmente no tenemos precisión alguna. El hecho ocurrió, es como lo relatamos, desconocemos si encierra algún tipo de mala práxis o si las circunstancias dieron motivo a un comportamiento médico de suma urgencia en el que se dejaron de lado comprobaciones fundamentales que hubieran permitido corroborar si realmente la paciente estaba embarazada.
Por el momento no habría sido presentada queja alguna por parte de la paciente como así tampoco de su familia. Es todo lo que podemos informar. En cuanto a la identidad de la frustrada madre, por tratarse de un hecho de índole privado se ha decidido que quede en reserva.