TRATA DE ASESINO A MÉDICO DE GUARDIA DEL HOSPITAL

0

Al culparlo de negligencia grave dice: «¿En que lugar del mundo la presión en el pecho y el brazo izquierdo inmóvil no es un signo posible de pre infarto?»

En la nota editorial de nuestra anterior edición, sin estar en conocimiento el escriba de los acontecimientos ocurridos el día lunes ppdo. en el hospital local,  ésta reflejaba que si bien era muy importante y alentadora la inversión que realiza el municipio en materia de salud, esos incuestionable logros no iban de la mano con falencias que tienen que ver con la capacidad e idoneidad de algunos profesionales médicos.

 

«QUE PAGUE POR LO QUE HIZO, O «POR LO QUE NO HIZO»

 

Precisamente hoy debemos ocuparnos de una gravísima denuncia hecha pública por la hija de un paciente fallecido en el nosocomio local, Natalia Dupero, quien usando el peor de los adjetivos, culpa al médico de guardia de la muerte de su señor padre, Carlos Daniel Dupero, de 55 años, tildándolo de ASESINO. Lo hace en una nota que envía a nuestra redacción, luego ratificada con su firma, en la cual relata las circunstancias vividas con estas palabras:

 

Un asesino atiende la guardia del Hospital de Casares

 

Gracias a la guardia del hospital a cargo, el día lunes a la madrugada, del Dr. ARAYA. Hoy, mi familia y yo, estamos llevándole a mi papá flores al cementerio.

El 18 de marzo, aproximadamente a las 4 de la mañana, mi papá Carlos Daniel Dupero se presenta en la guardia junto a mi mamá, debido a una opresión fortísima en el pecho y el brazo izquierdo paralizado. No solo tuvieron que esperar cerca de veinte minutos para que los atiendan, sino que el  Dr “si es que así se pueda llamar” le indicó un analgésico y le asignó el dolor a algún mal esfuerzo. Lo manda a la casa y que al día siguiente vaya a ver a un traumatólogo. Si le pesaba mucho el brazo que no lo tenga suelto y que se lo ate con un pañuelo al cuello.

Se cruzan a la remisería frente al hospital, toman un auto y a las pocas cuadras, a mi papá le agarra un infarto. El remis da vuelta rapidísimo nuevamente hacia el hospital, mi papá bajó prácticamente sin vida del auto. Pero este doctor se burló durante 45 minutos “protocolares” de nosotros diciéndonos pavadas, que esperemos, etc, etc.. hasta que nos confirmó que había fallecido.

SI ESO NO ES NEGLIGENCIA, QUE ES…????. Habiendo en la consulta dicho que tenia antecedentes cardíacos, ¿este animal no podía haber pedido un electro, algún análisis, hacer “algo” para prevenirlo?. ¿En que país, en que lugar del mundo la presión en el pecho y el brazo izquierdo inmóvil no es un signo posible de pre infarto?!.

No quedan dudas de que esta persona es un ASESINO. Un ASESINO que atiende en el hospital de Casares. Y que no caben dudas de que tiene que pagar por lo que hizo, “o por lo que no hizo”.

Natalia Dupero               DNI: 31424923

LA ESPOSA  DE DUPERO, AÚN  ATURDIDA POR LA   DESGRACIA HABLÓ CON EL OESTE.

La nota causó una fuerte impresión en nuestra redacción. De inmediato intentamos entrevistarnos con Natalia Dupero pero no se encontraba en su casa. Nos atendió la esposa de Dupero, Ana Sosa, completamente abatida, con sus ojos llenos de lágrimas, quien corroboró todo lo escrito por su hija y otras alternativas de los dramáticos momentos vividos. Nos decía que el domingo su esposo había estado pintando en su casa, que el día transcurrió con toda tranquilidad, pero que por la noche no se sintió bien, que experimentó una fuerte opresión en el pecho y un  dolor agudo en el brazo izquierdo. Ante esa situación resolvieron ir a la guardia del hospital en un remis ya que no tienen auto, y tras esperar lo que les pareció una eternidad lo vio el médico de guardia Dr. Araya a quién Dupero le dijo lo que sentía, contestán-dole ante una pregunta del médico que ese día había estado pintando una habitación en su casa. El médico le dijo que tal vez podría ser un dolor muscular que le iba a dar un analgésico.

NO LE HICIERON NADA…

Ante las muestras de dolor de Dupero su mujer le dijo al médico que en una oportunidad había tenido un episodio de tipo cardíaco, por qué no le tomaba la presión, El médico así lo hizo, no dijo nada y le aconsejó que consulte con un traumatólogo. Nos decía la señora que en ningún momento habló de análisis, de electrocardiograma ni de dejarlo allí hasta que se le pase el dolor. Se fueron en un remís, hicieron unas pocas cuadras y debieron volver porque Dupero se descompuso, no podía respirar y era evidente que era presa de un ataque cardíaco. Llegaron al hospital, como pudieron lo bajaron en la guardia y allí comenzó otra odisea que la señora no podía contar presa de una comprensible angustia. Prácticamente al llegar Dupero estaba al borde de la muerte. Es de suponer que intentaron reanimarlo pero había tenido un infarto del que les fue imposible sacarlo. Minutos más tarde ante la consternación de sus familiares el médico les comunicó que había fallecido.  Luego hablamos con Natalia quien nos manifestó que no está dispuesta a dejar las cosas como están, que habló con el intendente y le relató lo acontecido, que quiere que ese médico, que con su negligencia le arrebató a su padre de tan solo 55 años, -como lo dice en su nota- pague por lo que hizo, o «por lo que no hizo». El intendente escuchó su relato y le prometió obrar en consecuencia. Su primera medida fue preventiva, pero prometió llegar hasta las últimas consecuencias.

NACIÓ  EN CASARES

Carlos Dupero nació en Casares, se casó hace 30 años con Ana Sosa, vivieron en Capital y tuvieron tres hijos un varón de 17 y dos mujeres de 27 y 28 años. Siempre queriendo venir a Casares hace 5 años retornaron y fijaron su domicilio en la casa de los padres de Dupero, quien por ser técnico electrónico puso un taller de electrónica en su domicilio. Su vida transcurría entre su trabajo y su familia, disfrutaba de sus nietos y de vivir nuevamente en su Casares natal. Tenía 55 años y aún toda una vida por delante, pero una encrucijada del destino, por así llamar a lo que le ocurrió, selló su existencia y abrió un dramático interrogante que nos hace pensar que en Casares, en materia de salud, las carencias no pasan por el equipamiento tecnológico sino por el material humano.

EL MÉDICO DENUNCIADO       FUE SEPARADO DE LA GUARDIA

«No tendremos contemplaciones», dijo una fuente municipal

El Dr. Raúl Araya no pertenece a la planta de empleados municipales. Ha sido contratado por la comuna exclusivamente para que realice las guardias médicas.  Como primera medida ante la denuncia pública de los familiares del paciente Dupero se resolvió dejar sin efecto su contrato en forma preventiva (no atenderá más las guardia), ordenándose un sumario a fin de establecer fehacientemente su grado de responsabilidad en el hecho que se denuncia, sin perjuicio de que luego deba responder penalmente de lo que se le acusa. «No tendremos contemplaciones», nos dijo una fuente municipal consultada, manifestando que el intendente Torchio ha dado las instrucciones para que se llegue a las últimas consecuencias. «Hechos como el denunciado echan por tierra todos nuestros esfuerzos por hacer del hospital de Carlos Casares un centro modelo de salud», agregó otra fuente.

 

 

Compartir