AL FINAL NO ALCANZARON A ROBAR NADA. AL VER QUE LAS COSAS NO SALIERON BIEN SE DIERON A LA FUGA EN UNA CAMIONETA ECOSPORT.
Las cosas, como decían nuestras abuelas, se están poniendo de castaño oscuro. Tres asaltos a mano armada en 15 días, dos de ellos violentos e incluso con el uso de armas de fuego y tres heridos, da para pensar que el fantasma de la inseguridad nuevamente acecha a Carlos Casares. Pueden ser de aquí, también forasteros, pero no caben dudas que quienes han cometido estos tres últimos asaltos tienen información, han estudiado a las personas, saben sus movimientos, como viven y con quién viven.
EN UNA CHACRA DE SMITH
Conocidos vecinos de Smith, los hermanos Daniel Jorge y Walter Adrián Adrover viven en una quinta cercana a la planta urbana. Allí crian cerdos, aves de corral, etc. Son gente de trabajo, humilde y sencilla, que no exterioriza riqueza alguna. Pero sin embargo, vaya a saber por qué, fueron «apuntados» por los ladrones.
Dos sujetos que llegaron en una camioneta Ford EcoSport oscura y que con el cuento de que querían comprarles unos lechones intentaron asaltarlos. No les fue bien, o por lo menos no pudieron concretar el robo, gracias a la decidida y temeraria acción de uno de los hermanos, que con un machete atacó a uno de los asaltantes. Pero mejor dejemos que sea uno de los propios protagonistas, el que relate lo sucedio.
EN LA PUERTA DEL DESTACAMENTO
Llegamos al destacamento de Smith, en el cual había mucho movimiento policial y preguntamos a dos vecinos que se encontraban conversando, dónde quedaba la quinta de Adrover. Uno nos respondió, «él es Daniel Adrover» señalándonos a la persona con la cual estaba charlando.
Nos presentamos y comenzamos el diálogo con uno de los dos vecinos víctima del violento asalto.
-Cuéntenos como ocurrió
-Llegaron dos personas a mi casa en una camioneta Eco Sport, color gris oscura, queriendo comprar lechones o chanchos, se acercaron al chiquero y medio que daban vueltas hasta que uno trató de sacar un revólver, pero no lo dejé, ya que cuando me dí cuenta le pegué “un planazo” en la cabeza con un machete, pero ahí nomás se me vino el otro, me pegó un empujón sacando un cuchillo y me cortó en el brazo. En ese momento mi hermano, que venía en mi auxilio, recibió un tiro en el pie, más precisamente en el tobillo, de parte del otro ladrón al que yo le había pegado un planazo.
-¿Qué ocurrió después?
-Cuando le pegó el tiro a mi hermano, nos quedamos sorprendidos, y ellos salieron disparando, “se las tomaron”.
-¿Eran sólo dos los asaltantes?
-Dos vi yo, que fueron los que se bajaron.
-¿De qué edad?
-El alto y más fornido de unos 35 años, era el que tenía el revólver y el otro un poco más jóven y petisito, un cuchillo.
-Es la primera vez que los veían?
-Sí, nunca los habíamos visto antes.
-¿Como está su hermano?
-Está bien, perdió un poco de sangre por el disparo, pero se encuentra bien gracias a Dios.
-¿Ustedes viven con alguien más en la quinta?
-No. Solo vivimos yo y mi hermano.
-Gracias Daniel
-No, gracias a ustedes por preocuparse por nosotros.
HAY MÁS
Las últimas noticias nos dicen que Walter Adrover se repone de la herida sufrida en su pierna, la que tuvo orificio de entrada y salida. El asaltante le disparó de arriba hacia abajo, la bala entró en la parte anterior debajo de la rodilla y salió cerca del tobillo sin tocar huesos ni arterias. El arma usada es aparentemente una pistola, no habiendo trascendido su calibre. En cuanto a la policía se sabe que está realizando una exhaustiva investigación y que existe optimismo en que se pueda dar con los malvivientes, los que actuaron a cara descubierta y en un vehículo perfectamente identificable, ya que tendría la imagen de un toro (torito nos dicen) en la parte trasera. Alguien tiene que haber visto esa camioneta, a menos que sea robada. Por su parte peritos policiales en base a la descripción de las víctimas confeccionaron un identikit de los asaltantes que harán circular en medios policiales, y sería interesante que lo difundan también por los medios.
