El conocido vecino Luis Donnay, que despliega actividad de remisero, pensó que le habían robado su auto. Volvió el sábado a las 7 hs. de un viaje y fue a su casa en Barrio Balbín a refrescarse y tomar un café. Al salir minutos después su auto no estaba. Lo buscó aquí y allá, pero no aparecía, preguntó en el barrio y nadie había visto nada. Como lo había dejado con las puertas abiertas y la llave puesta, pensó lo peor, que se lo habían robado.
HIZO LA DENUNCIA, PERO…
Para no perder más tiempo fue hasta la comisaría a formular la denuncia y habló con un oficial superior. No sabemos si realmente formalizó la denuncia, pero sí que se acordó de una conversación anterior o vio un mensaje en su teléfono de su ex-mujer en el cual le anunciaba que necesitaba el auto, que se lo iba a llevar. Donnay respiró, el robo no existió y aquí no ha pasado nada…
