Apelando al recuerdo y a la memoria, vengo hoy a decir lo que ocurría allá por 1940 en lo que se daba en llamar Estación Gob. Arias, hoy exestación del ferrocarríl provincial, trocha angosta, 1000 Mm, siendo que el primer servicio público corrió el 12 de marzo de 1912, pero el 31 de diciembre de 1897 se había sancionado la ley de «Ferrocarriles agrícolas y económicos «, que permitía a particulares crear ferrocarriles para abaratar los costos del ferrocarril del «oeste «, propiedad de los ingleses, fue así que se constituyó una sociedad con capitales belgas, franceses y argentinos, dando origen al ferrocarril provincial en 1904 durante el gobierno de Marcelino Ugarte, gobernador de Bs.As.. Dicho ferrocarril se fue extendiendo por el oeste de la provincia, por trechos comenzando en La Plata, un día las vías pasaron por el campo nuestro, a cien metros de la casa de campo donde pasé mi infancia, ubicándose la estación a unos 4000 mts. de la misma.
La estación estaba dentro de un rectángulo alambrado de mas o menos de 2 kms de largo por 500 mts. de ancho, contaba con la estación, donde estaban las oficinas y la casa habitación del jefe (en ese entonces un Sr. llamado Alfaro y su Sra., no tenían hijos), muy cerca de la misma el tanque de agua con la casa donde vivía el «aguatero «,(Sr. Romero con su mujer e hijos ) tenía por misión proveer agua a la máquina de los trenes, que por ahí pasaban, tanto el de pasajeros como los de carga, el tren de pasajeros desde Pehuajó hasta Avellaneda, pasaba por Arias rumbo a La Plata a las 21 horas y llegaba a esa ciudad a las 7 horas de la mañana siguiente, en sentido contrario desde La Plata a las 7 hras. de la mañana y por Arias a las 22 horas los trenes de carga siempre circulaban de día llevando casi siempre sobre los techos de los vagones a linyeras a los que se les decía crotos en honor que por Decreto 3(1920 de parte del gobernador de Bs.As.(período 1918—1921), se autorizaba y permitía a los peones rurales a viajar gratis en los trenes cargueros, quedando para los tiempos el término croto para las personas sin hogar. Un poco mas lejos de la estación, los edificios de la cuadrilla (cuidadores de las vías llamados catangos) y la vivienda del jefe de la misma, el Sr. Fioravanti con su mujer italiana como él y su hijo Barbita que después fue el telegrafista de la estación. Los integrantes de la cuadrilla venían de Carlos Casares y volvían a la ciudad el fin de semana, contaba además con amplios galpones donde se almacenaban los cereales y artículos diversos que venían para Casares de parte de los comerciantes que aprovechaban que el tren provincial era mas barato que el del oeste, debo decir que el ferrocarríl provincial murió en 1977 y con él Gob. Arias pasó a ser ex- estación.
Fuera del rectángulo, estaba la casa del policía (Prins, así lo recuerdo)y al lado la cremería, un poco mas lejos el almacén de Baldrés, el «boliche «como se decía entonces tenía cancha de bochas y un camino lateral donde se corrían las cuadreras. Después vino la escuela Nro.149, que hoy quedó sin alumnos y muchas de las casas de campo como la nuestra quedaron como «taperas «vacías de pájaros y flores. A todos ha ido matando el tiempo que se llevó consigo la estación y la escuela, que antes de construirse el edificio en Arias funcionaba en unos galpones de la estancia de Méndez a unos 12 klmts. con su maestra la Morronga, después vinieron Chirina y Margot Paseyro y la Sra. Aragonés. A partír de 1938 o 1939, ya estábamos en la escuela de Arias, con sus alumnos de entonces: Borzani, Adami, Foglia, Malatini, Tejera, Fernández, Encinas,
Barnechea, Falciglia, Echevarría, que integraban el vecindario de entonces. Nunca me he olvidado de la Chocha y Ñeka Tejera. Recuerdo a los Malatini, Primo, José, Rafael, Aurelio, Chola, a Adami, Agustín y Lino, a Barnechea, Evelia y aquella hermosa niña : Coca Echevarría que había traído Morronga.
Todo es pasado, el presente es recuerdo y nostalgia, todo lo que uno ha tenido y querido se ha ido con el tiempo..
Tuve eso si, la suerte de vivir y asistir a una escuela de campo hasta fines de quinto grado en que rendí libre en la Esc.Nro.8. Cursando 6to en la Nro.1,con mi querida maestra Simona Kleiman
(Colaboración de Cristina Tomasin, Museo Histórico Carlos Casares)