Preguntábamos en nuestra anterior edición a que se debe el nivel de crispación que últimamente se observa en nuestra sociedad, y reflexionábamos sobre el enojo y descontento generalizado que se aprecia en nuestros vecinos a flor de piel. Llamamos a la reflexión y pedimos «rebajar un cambio», y seguir el ejemplo de tantos otros vecinos que han elegido trabajar socialmente, con preocupación por el prójimo y una mirada al futuro con optimismo.
Pero claro, la dinámica de las sociedades provoca transformaciones que la lógica suele no entender. Ayer predicábamos contra la mala onda, y hoy con infinita satisfacción derrochamos elogios ante la respuesta de los vecinos a una propuesta solidaria de objetivos nobles y altruistas, que nos enseña que nada está perdido, que es más lo que nos une que lo que nos separa, que desde lo positivo se puede construir.
La 2da. edición de la Maratón Solidaria realizada días pasados en nuestra ciudad, ha hecho el milagro de barrer de un plumazo esa mirada torva que teníamos de la realidad, para dejar demostrado que cuando un pueblo se une para el logro de objetivos nobles y comunes, todo es posible. Caminando o trotando, la familia, los funcionarios, los dirigentes de las instituciones intermedias, y los vecinos en general, no solo derrotan la crispación de la que hablábamos y el pensamiento negativo que paraliza, sino que contribuyen al logro de realidades comunitarias que van más allá de las mezquindades que suelen exhibir aquellos energúmenos que presagian calamidades y nutren de ponzoña el grupúsculo que los rodea.
Caminando se aprende, cientos de vecinos se calzaron sus zapatillas y respondieron a una convocatoria con objetivos sencillos, la ayuda al prójimo, el respeto por la diversidad, el amor a la vida, la generosidad sin retaceos…
La respuesta de los vecinos traducida en números fue tan positiva como su participación. El Hospital Municipal podrá contar con un valioso elemento que de otra forma hubiera sido más complejo concretar. Los objetivos se cumplieron, pero más que eso, lo que quedó en claro es que las marchas también pueden realizarse con fines solidarios, que lo positivo también puede ganar la calle.