NOS ESCRIBE EL DR. SERGIO RAÚL ANDREOLI

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andreoliSólo puedo suponer que los motiva, apenas imagino, mi reciente aparición por los medios bogando por el reconocimiento del derecho a obtener el servicio de nefrología y hemodiálisis, una obra pendiente, vital y aún sin concretar, que fuera negada por 10 largos años durante ambos gobiernos del GEN, y por la cual deberemos continuar trabajando.

Aprovecho para agradecer a las 370 vecinos que apoyaron el proyecto presentado por la banca 15 ante el HCD y en especial la propuesta realizada por el dirigente radical José Luis Campagna.

Tal vez el cariño de algunos amigos radicales, tal vez mi interés por cuestiones públicas, por temas del partido, o mi vocación de abogado que por momentos forzosamente se impregna con política; tal vez el recuerdo de mi padre, o algunas de sus acciones que aún perduran y renacen con alguna obra de aquel entonces que cobra vigencia o eficacia en tiempos de inundaciones, y cuya autoría jamás podría heredar, tal vez una mezcla de todo ello motiva la propuesta.

Si de cariño se trata, lo agradezco infinitamente, intentaré retribuirlo, pero no es suficiente para una candidatura. Si de recuerdos se trata, la memoria de mi padre no me capacita, ni me hace idóneo.

Sus historias son ambiguas, a veces algo difusas, tienen tanta intensidad como para generar el más enérgico y luminoso de los proyectos, pero aún mantienen algunas pequeñas sombras que me distraen en asuntos más banales, errores de los que debo aprender, cuestiones que necesito olvidar.

Su vida apasionada ha devorado gran parte de la mía, y aunque suene injusto debo despojarme de una parte de ella, para desde la distancia obtener exclusivamente aquella actitud constructiva que necesariamente debe guiarme para aportar al partido, y en especial al progreso de nuestra ciudad.

Todo ello, sumado a mis compromisos en Buenos Aires, y a la imposibilidad de permanecer en Casares para asistir a cada sesión, a cada reunión de comisión, para estudiar ordenanzas, recorrer las localidades rurales, para reunirme con militantes del partido que aporten ideas, y proyectos, con personas que aporten sustancia y en reuniones que no se agoten en meras “conjeturas sobre pre candidaturas”;  permanencia en Casares que resulta necesaria para canalizar la mayor cantidad de necesidades de los vecinos, en especial de los más desaventajados, etc.

Dicha imposibilidad,  conjuntamente con otros proyectos personales aún pendientes hacen que desee continuar dedicándome a mi profesión, intentando luchar – aún desde Bs As-  junto con otros colegas en cuestiones de interés público que hacen a nuestros derechos como ciudadanos de Casares.

Por ahora,  les pido me disculpen, acepten estas explicaciones subjetivas, parciales y tal vez algo egoístas, y permítanme continuar trabajando como abogado, porque probablemente sea mi pequeño y único logro en la vida, porque por ahora es aquello que verdaderamente he elegido ser.

 

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