No hace mucho, en diciembre del año 2012 comentamos que la Iglesia Evangélica El Faro había adquirido en una considerable suma la propiedad en la cual se encuentra funcionando, en Avda. San Martín y Rondeau de nuestro medio. Ese bien era propiedad de la sucesión del vecino Bernardo Miguel.
SOPLAN OTROS VIENTOS
Pero, con aquellos vientos de progreso, colisiona hoy un comentario hecho público referido a la suspensión del Pastor Samuel Paszco como tal, con relación a una investigación que se le seguiría por enriquecimiento ilícito o dudoso.
«ME QUIERO IR…»
Tal vez trazando algún paralelismo de actualidad, con relación a la promocionada frase del ministro de Economía Lorenzino cuando ante una periodista griega que le preguntó sobre la inflación dijo «Me quiero ir», El Oeste entrevistó al pastor Paszco y le preguntó si realmente era cierta esa versión periodística referida a su persona. «No nada que ver, renuncié, me voy, vuelvo a Buenos Aires, ya hacía mucho que estaba acá y llegó el momento de volver». Insistimos sobre los comentarios y fue concluyente: «No son ciertos, simplemente renuncié». Respecto a si cerraría la Iglesia nos dijo que no, que probablemente siga otro Pastor.
Las versiones tenían que ver con su progreso personal, las adquisiciones de bienes costosos como una camioneta 0 km. que con su sueldo de $ 5000 no hubiera podido costear. De por sí llamó la atención la adquisición de la propiedad, y ahora esto, que el Pastor es investigado porque sus bienes terrenales aumentan.
Dios proveerá… dice la Biblia, pero si provee demasiado debe investigarse, dicen los hombres…