Casares nunca fue asì, a través de los años hemos visto que se ha incrementado el delito, ha crecido la inseguridad, el miedo al robo, y una serie alertas se han encendido, modificando incluso el estilo de vida de los casarenses. Lo sucedido días pasados al intendente de nuestro partido y a su familia nos muestra una faceta que no conocíamos, o al menos puesta en práctica con éxito, convirtiendo a nuestros vecinos en rehenes de una locura. Una nueva modalidad de delito, el secuestro virtual extorsivo comienza con una llamada, a la víctima le dicen que un ser querido, hijo, padre, hermano o esposo ha sufrido un accidente grave, dando comienzo así a una conversación en la cual quien llama da datos precisos que le dan credibilidad a su relato. A partir de allí todo depende de la habilidad de quien llama, si logra engañar al destinatario de la llamada. Si lo logra luego viene la parte de la extorsión. Le piden a la víctima que deposite dinero en una cuenta, la amenazan, la apuran, le generan terror hasta que logran su cometido.
En el caso del intendente Torchio fue distinto, se habló directamente del secuestro de su hija y le bloquearon con ingenio y creando pánico, toda posibilidad de confirmar la desaparición de la “secuestrada”. Se los sometió a un raid rayano en el horror, haciéndoles escuchar la voz de su hija, o lo que ellos creyeron que era la voz de su hija, y también sus sollozos pidiéndoles ayuda. Paralizados mentalmente por la desesperación cumplían uno a uno los requerimientos de los “secuestradores” , rogando a Dios que no le pasara nada a la pequeña.
Más de cinco horas duró ese calvario. Por suerte fue como fue, virtual, mentiroso, pero los momentos vividos por el matrimonio Torchio dejarán una huella indeleble, imposible de borrar, y tampoco de imaginar.
,Queda ahora mucho por hacer, primeramente el realizar una difusión amplia y criteriosa de estas brutales prácticas delictivas , a fin de que los ciudadanos tengan una acabada noción de la manera en que actúan estas bandas y trazar una suerte de estrategia a fin de no verse sorprendidos por el engaño. Si bien la policía dio aviso a la población intentando ponerla de sobre aviso, harían falta reuniones en las que participe también el municipio, el Foro de la Seguridad y expertos en ese sistema delictivo virtual del que ya han sido víctimas varios vecinos de esta comunidad.