Es evidente que el tratamiento de la seguridad, o mejor dicho de la inseguridad, no pasa desapercibido para los vecinos. Pruebas al canto, el candidato político con mejor imagen e intención de voto para las próximas elecciones, Sergio Massa, intendente de Tigre, cobró notoriedad y prestigio invadiendo su municipio con cámaras de seguridad a fin de prevenir y combatir el delito. Si eso le vale no solo para llegar a ser un candidato estrella, sino también para que se piense de él como un candidato a Presidente de la Nación, es señal que a la gente le importa, y da resultado.
Pero alejándonos de la política, no cabe duda alguna que el trabajo de las cámaras de seguridad es eficiente, y si en los centros de monitoreo se cuenta con observadores atentos y preparados, su eficiencia se multiplica aún más.
No obstante debe reconocerse que dichas cámaras actúan como herramientas al servicio de la seguridad. A las que deben agregarse otras imprescindibles como el caso de más efectivos policiales, una mayor cantidad de móviles, y la colaboración de los vecinos, que estando atentos pueden ver y escuchar, y de esa manera colaborar ante la menor duda.
Por último cuando hablamos de seguridad, no podemos dejar de mencionar que de nada vale un efectivo trabajo policial y municipal, sin el aporte de toda la logística necesaria, y una respuesta contundente por parte de la justicia, que no siempre se maneja con la lógica del ciudadano común, y suele echar por tierra todos los esfuerzos de prevención y lucha contra el delito, permitiendo que los delincuentes, como se dice vulgarmente, entren por una puerta y salgan por la otra. Todo esto para asombro de los ciudadanos que no entienden la justicia de esa manera, y estiman que gran parte de la culpa de la falta de seguridad, la tienen la interpretación y aplicación de las leyes, con el uso -para algunos- de artilugios legales que hacen inviable el trabajo policial y todo el esfuerzo que puedan poner los municipios para reforzar la seguridad de sus distritos.
De todas maneras lo que no debe hacerse es bajar los brazos. Celebramos el trabajo de la comuna en su intención de combatir la delincuencia y responder con obras actuando en salvaguarda de la comunidad. Lo que falta, y es mucho, no depende del gobernante municipal, y es parte de una problemática que lamentablemente lejos de mejorar, empeora día a día.