Parece mentira. Pero no lo es. El fútbol de Pergamino está de duelo, y por un hecho inimaginable. Porque esta vez no hubo actos de violencia que criticar, o impericias profesionales para sobrellevar una situación indeseada.
En el minuto 10 del partido que empataban sin goles en el clásico regional, El Socorro y Juventud Obrera, el árbitro del encuentro, Daniel Caporallini, cayó desplomado sobre el césped ante la sorpresa de los protagonistas y del público presente.
Al instante, ingresaron para realizarle ejercicios de reanimación los profesores de ambos conjuntos, Juan Pablo Yabrón y Emanuel Polanco, y casi sin reacción, ante la demora en el arribo de la ambulancia desde Pergamino, los allí presentes decidieron trasladarlo en una camioneta particular al nosocomio local.
Sin embargo, nada se pudo hacer. Llegando a Ocampo, se cruzaron por fin con el vehículo de emergencias, quien al analizar el cuadro, anunció que el juez falleció de un paro cardiovascular, lo que comúnmente se denomina muerte súbita.
Caporallini tenía 43 años, era empleado en una farmacia céntrica, casado, y padre de 2 hijas, de 10 y 5 años de edad. La semana pasada, fue sometido, junto con otros jueces a los distintos estudios, ya sean físicos como cardiovasculares, ordenados por el Consejo Federal, los cuales arrojaron resultados óptimos.
LA PRESENCIA DE UN MÉDICO
Mucho se habló y nunca se llegó a nada de la necesidad de contar con un médico en los encuentros deportivos, para que tanto jugadores como árbitros y demás auxiliares, cuenten con una atención médica de urgencia en caso de que sea necesario.