En la cola de una mesa en la Escuela Nº 1 dos hombres discutieron política mente y casi se toman a golpes. Los restantes «coleros» los calmaron ante la mirada atónita de las autoridades de la mesa.
En una mesa del Colegio Nacional, era la 1,30 hs. cuando un fiscal sacó un pan, le puso jamoncito, luego mayonesa y entró a masticar con placer, para envidia de los que llevaban más de una hora y media de cola y no habían almorzado.
En una de las mesas una señora de edad votó, firmó, le devolvieron el documento y se fue. Cuando quiso guardar el documento en la cartera se dio cuenta que no la tenía. Volvió corriendo, entró al cuarto oscuro sin decir nada y al encontrarse con una persona que estaba votando le dijo «perdón», y agarró la cartera que había dejado sobre la mesa.
Un señor fue a votar con su hijo para darle una lesión de civismo. Cuando quiso entrar con él no se lo permitieron. Alguien que estaba en la cola y observó la escena, dijo: «no se que va a aprender el chico, si en los últimos 30 años no hemos hecho más que votar para el diablo…».
El ex-presidente de la Sociedad Rural Hugo Biolcatti votó en el Colegio Nacional como en las pasadas elecciones. La gente comenzó a codearse y a susurrar quien estaba allí, y un observador dijo: «Zabala se ganó un votito…».
En algunas mesas los menores de edad que votaban por primera vez eran aplaudidos. A su vez se comentó también que fue muy escasa la cantidad de menores que emitieron su voto.