Llegó a nuestra página web una nota, de por sí ingeniosa e interesante, que pone sobre la mesa de discusión de los ya «famosos» terrenos del hospital, una variante en la que tal vez no se haya pensado.
Dice un fragmento de la extensa nota: «Hasta hace unos pocos días nadie o muy pocos sabían de quienes eran esos terrenos, no se los tenía en cuenta ni se hablaba de ellos. Jodan, jodan, que por ahí vecinos sin techo empuados por alguna fracción de izquierda, los usurpan, construyen ahí una villa y la intención de los Maya queda en la nada…». En otro fragmento de la nota decía: «Los hermanos Maya seguramente no habrían querido esto que pasa, y menos aún que por espacio de casi un siglo, tan importante donación permanezca olvidada. A Torchio como buen empresario que es se le ocurrió venderlos para usar esos dineros en ampliar el hospital, que -eso creo- era la intención de los Maya. Lo concreto es que están ahí, nadie hace nada, jamás a político alguno en todos esos años se le cayó una idea para aprovecharlos, y como sigan discutiendo veremos allí casitas de chapa, viviendas precarias y nos enfrentaremos a un problema social más de los tantos que ya tenemos. La otra es devolverlos a los herederos de los donantes, que seguramente darán buen uso de ellos, y no precisamente para beneficio del hospital». La nota sigue, con más ironías, pero su esencia es la transcripta.