Nos llega una carta dirigida a este medio, firmada por cuatro miembros de la Asociación de Profesionales del Hospital Municipal de Lincoln «Dr. Rubén O. Miravalle», firmada por su presidente Dr. Aurelio Del Fabbro, y los doctores Silvia E. Morelli, Liliana E. Palazzo y Patricio Gabriel Martínez, en la cual nos informa que esa Asociación no cuenta con dirección de correo electrónico, página de Internet ni teléfono propio. En dicha misiva dejan expresamente sentado que no se ha emitido opinión ni enviado información sobre el Dr. Pablo Ríos a persona alguna, funcionario público o medios periodísticos.
Dicha aclaración emana de un e-mail recibido en nuestra redacción y en la comuna local (intendente y titular de salud), en la cual se ponía de sobre aviso que el Dr. Pablo Ríos no poseía ningún titulo de especialista en ginecología, que había prestado servicios en la localidad de Las Toscas donde se había ido «mal» por quejas y disconformidad del vecindario. Agregaba el escrito que Ríos luego había hecho guardias en el Hospital de Lincoln, que solo había asistido a unas pocas intervenciones quirúrgicas «sin tocar a una paciente», que jamás hizo una cesárea y que no sabe siquiera como se hace una laparotomía. Finalizaban el escrito advirtiendo que el motivo del mismo era evitar más muertes maternas y fetales por impericia, negligencia e irresponsabilidad médica «que practican a diario tipos como Pablo Ríos».
NO CERRABA
DEMASIADO
Decíamos en nuestra nota que no cabían dudas que dicha advertencia escondía una animosidad manifiesta de quienes la escribían contra el Dr. Pablo Ríos, quién en la actualidad se desempeña como médico de guardia de toco ginecología en el hospital local. Fundamentábamos nuestras dudas sobre la autenticidad de la misma, en que no parecía ser ese el comportamiento de una entidad gremial profesional como la presunta autora de la misma. Fue por ello que mantuvimos una conversación con el Dr. Guillermo Enrique Comesaña, Director del Hospital de Lincoln, quién dijo desconocer dicha nota, manifestando conocer al Dr. Pablo Ríos de quién dijo se desempeñaba como médico de guardia en ese nosocomio, pero que en cierta medida lo había defraudado por cuanto le dejó la guardia solicitando una licencia psiquiátrica cuando en realidad se encontraba prestando funciones en el hospital de Carlos Casares, lo que en realidad no correspondía por cuanto estaba con licencia psiquiátrica en el hospital de Lincoln.
Supimos también que desde la comuna se realizaron distintas averiguaciones, y ante nuestra solicitud el Director del Hospital Dr. Guillermo Rubio nos brindó un amplio informe sobre los antecedentes y la situación del Dr. Pablo Ríos.
Dimos cierre al tema aclarando que habíamos creído actuar cumpliendo todos los pasos que exige la credibilidad del periodismo, ante una denuncia de extrema gravedad que compromete el comportamiento y la idoneidad de un médico que presta servicios en el Hospital Municipal.
La aclaración de referencia, cuyo facsímil publicamos a continuación, deja al descubierto el uso avieso de un medio digital como Internet, tal vez con oscuras intenciones producto de enconos o situaciones enojosas que hacen a lo personal. Todo sin perjuicio de que se analice si el médico en cuestión se manejó dentro de la exigencias de la ética profesional, en lo que hace a la licencia que solicitara en el Hospital Municipal de Lincoln y su posterior incorporación al servicio de guardias médicas del hospital local.