Las PASO de ayer domingo han sido tan solo eso, un PASO que lejos de ser definitivo abre interrogantes e incógnitas, aún a pesar de esta encuesta que lo ha dado vencedor al candidato Luis «Lucho» Seraci (Frente Progresista Cívico y Social) y que podría decirse que sus posibilidades de alcanzar el triunfo el 27 de octubre son ciertas, pero de ninguna manera seguras, tal vez por aquello de que a seguro lo llevaron preso…
Habrá que remar, y fuerte, poner los ganadores toda la energía para conservar y acrecentar su caudal de votos, al igual que los perdedores para tratar de remontar la adversidad y hacer lo que deban hacer para no sufrir un segundo y definitivo traspié.
Por lo tanto no está todo dicho. Lo mismo que para los que ocupando el tercer y cuarto lugar, que precisan un envión para poder lograr protagonismo en el Concejo Deliberante y tener la voz y el voto que necesitan para representar a sus votantes.
Es innegable, a la luz del alto porcentaje de votantes, que los ciudadanos están hábidos de participar. Y no votaron por votar, los muchos cortes así lo demuestran, dejando en claro que aquellas épocas en que se llevaba a los votantes de la nariz al cuarto oscuro, o que se les metía la boleta en el bolsillo, que debían poner sin chistar, ya se terminaron. Ahora piensan, eligen y votan. Algunos lo hacen en base a principios e ideología, otros con el corazón, y muchísimos también con el bolsillo, lo que no deja de ser también una razón, ya que si nos atenemos a la famosa frase del ex-presidente Bill Clinton en su campaña contra George Bush (padre): «es la economía estúpido», debemos aceptar que la buena o mala situación económica del individuo, es un motivo para votar o no votar a quienes cree responsables de las políticas económicas que se ejecutan.
En estos dos meses y días que faltan para las próximas elecciones legislativas pueden pasar cosas que hagan modificar el panorama electoral, y se produzcan cambios impensados desde la lógica, aunque en política la lógica puede modificarse con una palabra, un hecho o una determinación.
El reciente PASO no habilita a bajar los brazos, simplemente es un muestreo que se acerca a lo posible, pero que de ninguna manera es definitivo.