Los organizadores estaban exultantes a la hora del balance al ver la convocatoria, que no sólo reivindicó banderas históricas, sino que le dió un fuerte apoyo a los candidatos locales.
Con la eterna marcha como fondo, pasadas largamente las ocho de la noche, grupos de militantes y viejos peronistas se fueron acercando al palco que se hallaba en la puerta del local partidario de la calle Rondeau. Pero el momento explosivo, literalmente, bombas de estruendo mediante, se produjo cuando llegaron al ritmo de los bombos y el flamear de banderas, los jóvenes de las cooperativas y los muchachos del corralón.
La conducción del escenario estuvo a cargo del Tano NoceLli y Guille Pendás, muy coordinados y entusiastas, quienes presentaron a los candidatos, concejales actuales, funcionarios y viejos militantes. El presidente del partido, José Luis Perinasso, muy emocionado, dio la bienvenida a los presentes, especialmente a los grupos, nutridos por cierto, provenientes del interior del partido. Luego comenzaron los discursos de los candidatos.
Abrió el fuego uno de los principales organizadores del acto, el candidato en 4º término Sergio Carciofi, quien realizó un paralelo histórico, destacando la importancia de los sectores sociales que hicieron la gesta del 45, aquellos hijos de gauchos y de indios, que desde el interior profundo, habían arribado a la periferia de las grandes ciudades, formando la nueva clase obrera a la que Perón reivindicaba con sus reformas sociales desde la Secretaría de Trabajo y Previsión. Además, comparó aquellos logros con las medidas aplicadas para los más desprotegidos durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
En segundo lugar habló el candidato en primer término de la lista de concejales, Martín Daguerre, quien manifestó su sorpresa ante tanta gente, evidentemente muy poco acostumbrado a esto, lo que demuestra un golpe de timón en el estilo de campaña, habida cuenta de la derrota en las PASO, uno de cuyos diagnósticos había sido la falta de contacto con la población, especialmente con los sectores más populares. Con sus palabras puso énfasis en la gestión del gobierno municipal y recorrió el camino del anecdotario citando algún jugoso ejemplo del general Perón.
Evidentemente fue el fervor popular que enmarcaba el acto, lo que motivó el encendido discurso del intendente Walter Torchio. Defensió con mucha fuerza discursiva la obra de su gestión, comparándola, según sus palabras, con la inacción de gestiones anteriores; y reivindicó el carácter social de las mismas pues se realizan en los barrios de los sectores más necesitados. Sostuvo que de no tener mayoría en el Concejo Deliberante, la oposición va a trabajar la continuidad de las obras.
En último término y por gentileza de Torchio, cerró el acto el senador y candidato a la reelección por la cuarta sección electoral Patricio García. El hombre de Ameghino destacó la masividad del acto y rescató la obra política de los Kirchner, como así también al gobernador Scioli. Su discurso fue de un amplio contenido político, con un destacado manejo de las pausas y contínuas palabras de aliento hacia la gestión de Walter Torchio y a los vecinos casarenses. No escatimó críticas hacia quienes, dijo “se colgaron de la pollera de Cristina” para tener importantes cargos (en clara alusión a Massa y muchos de sus seguidores) y ahora se entregaron a las corporaciones mediáticas y a la embajada de EEUU, haciendo recordar aquella vieja antinomia del 46 «Braden o Perón”; allí fue interrumpido por los cánticos juveniles de “tomala vos, dámela a mí, el que no salta, es de Clarín” y obviamente todos saltaban.
Con la marcha peronista cantada por los presentes, se procedió a servir choripanes con gaseosas, mientras en una pantalla se proyectaban imágenes del 45 con fotos de Perón y Evita a las que se sumaban las más recientes de Néstor y Cristina.
El cierre bailantero a cargo de Walter Tello compartiendo algún tema con el Potrillo de la Bailanta, y así, con ritmo de música popular, se produjo la desconcentración dejando atrás caras felices, disfonías y lagrimones de emoción de viejos militantes.