La Comisión del Centenario de Moctezuma organizó una cena el sábado para recaudar fondos y no tuvo empacho en invitar a todo el mundo, la cuestión era sumar morlacos para celebrar los 100 pirulos del poblado.
Y estaban todos… incluso los políticos, aunque en peines separados, en uno la pléyade radical capitaneada por «Lucho» Seraci, el volvedor, en ausencia del cacique «Peli», y en otro los del batallón Torchista liderados por el susodicho acompañado de sus pende-boys.
Cuando sonó la música y se formaron los trencitos, cada cual hizo el suyo, iban por vías distintas, levantando las manos y jolgoreando, aunque sin pitos (con perdón de las damas presentes), pese a que pretendían ser un tren.
HASTA que no faltó un buey corneta que juntó los vagones y no tuvieron más remedio que formar un solo tren. ¡PATETICO!, correteaban con cara asquete, todo sea por colaborar con la comisión de los 100 pirulos, pero si hubiera sido por ellos provocaban un descarrilamiento.
LOS asistentes se divertían como locos, pensando para sus adentros «las cosas que hay que hacer para juntar un votito». No faltó el que mocionó pasarles el regador para enfriarlos un poco, pero luego se acordó que el pobre regador, de la época de Robio ya ni agua echa.
MOCTEZUMA es una deuda pendiente de Walter Torchio y un orgullo para los radichetas que ganaron en las últimas PASO. Dicen que un vecino del lugar le comentó a un radical lo bien que había quedado iluminado el acceso, y este le contestó: «Es un peligro, con tanta luz la gente pueden encandilarse». «Bueno, pero en el cruce con la 50 hacía falta la luz…» volvió a decirle el paisano, a lo que el radical le replicó: «Y…a la estación de Torchio le viene bien esa luz, los camiones van como moscas…».
LOS radicales prometieron edificios de departamentos, puentes, ríos y cajeros automáticos. Torchio prometió que volvería a inaugurar la estafeta postal, traería un cura para la capilla y un rabino para la sinagoga. Y el regador, cordón cuneta, y un dentista, si le daban a José Luis Gandini una vivienda. La gente se fue, quedaron solos, alguien dijo «y si hacemos otro trencito», pero Miró que estaba camuflado dijo: «tren sin pito es diversión de zonzo». Chau.