Primeramente se pensó en algo peor, pero luego las circunstancias y las evidencias demostraron que la muerte del todavía joven vecino Roberto Guarinos, de 55 años, había sido natural. El alerta vino el sábado en horas de la tarde porque el mencionado vecino no contestaba las llamadas telefónicas de su hijo Germán, que tiene 22 años. Este se comunicó con su madre Fabiana Soria, separada de Guarinos desde hace ya varios años, y juntos fueron hasta su domicilio en calle Schapira al 200 para ver si estaba allí y si algo le pasaba. Como encontraron la casa cerrada y nadie contestaba lograron ingresar por una ventana y lo encontraron como dormido sobre la mesa, pero estaba muerto.. A su lado se observaban restos de comida y una bebida, por lo que se presume que Guarinos había fallecido horas antes, cuando almorzaba. Se determinó que su muerte fue natural, tal vez producto de un infarto o una enfermedad cardíaca que desconocía. Con él se va un hombre muy conocido y apreciado, sumamente apuesto y seductor, que alternaba años atrás los lugares de diversión nocturna de nuestra ciudad. Su temprana muerte causó profundo dolor entre sus familiares y muchos amigos, sentimiento que se vio testimoniado en los actos del velatorio y sepelio de sus restos.