Sin lugar a dudas que si hay una actividad dentro de los centros hospitalarios que es reconocida por su pasión, por su trabajo, por la contención que despliegan y por todo lo que representan ayudando a todos por igual, es la que cumplen diariamente y durante todo el año las enfermeras, quienes ayer celebraron su día y lo festejarán con una cena en “El Negrito” de Aníbal Andrade.
Pero también el jueves, en el restaurante “Don Rubén” (ex Deportivo), de “Pino” Méndez, las enfermeras pasivas (no les gusta que les digan Jubiladas porque es una profesión que jamás se deja), celebraron su día compartiendo una velada maravillosa, plena de compañerismo y con el orgullo de haber dejado lo mejor de si ayudando a sus semejantes.
Vayan desde estas páginas nuestro homenaje a todas ellas que cuidaron y curaron a tantos casarenses, y por los tantos que sufrieron y lloraron.