Una vez más vuelve a reeditarse aquel famoso dicho acuñado por el ex-intendente Pascual Rampi, al final de las elecciones de 1983, en las que él salió Diputado Provincial y su amigo Luis Cantisani (f) que era candidato a intendente fue derrotado por el alfonsinista Héctor Miró. En aquella oportunidad, Rampi y Cantisani, ambos sentados en el comité de campaña de la esquina de Las Heras y Rivadavia, frente a El Oeste, «masticaban» la derrota local. En un determinado momento Rampí lo miró con misericordia a Cantisani y le dijo abrazándolo: «Perdiste Luis», ya que Rampi en realidad había ganado la banca de diputado.
La historia vuelve a repertirse en estas elecciones, cuando al caer derrotado Luis Seraci y Omar Foglia resultó reelecto como senador, «Peli» lo abrazó a Seraci y con indisimulada pena, le dijo: «Perdiste Luis».