Gaby Vizán está al borde del llanto. Le preguntamos que le pasa y nos dice: «Me siento tirado y pisoteado, me cansé de los rateros malditos y de ciertos policías. Me volvieron a robar, entre otras cosas mis herramientas de trabajo, la guitarra y el equipo de audio nuevo. Además de otras pertenencias de valor. Perdí la cuenta en poco tiempo de cuantas cosas me robaron estos malditos envidiosos rateros. Digo envidiosos porque le robaron el instrumento a un músico, que es como robarle el alma. Hice de inmediato la denuncia, después volví a la comisaría ya sabiendo quien era el autor, pero el policía que me atendió me dijo que no podía dar más datos ni ampliar la misma. Realmente es un horror, uno queda como desamparado y pensativo. Como tengo amigos y conozco gente buena e inteligente de la DDI acudí a uno de ellos y me dijo: «a vos te chamuyaron, ¿como te pudieron decir semejante aberración?. Yo conozco al jefe Sr. Andrini, también al señor Ocampo, mi agradecimiento hacia ellos, pero todo esto me hizo mal, estoy indignado, me hizo tan mal que he tomado la decisión de irme cuanto antes de mi Casares querido»
N.de la R. Gaby hace algunos días estuvo en nuestra redacción y comentó que en los próximos días iba a dar un concierto en el Salón Blanco. Estaba entusiasmado, feliz, y ahora ésto. Sin guitarra y sin equipo es como si le hubieran cortado las manos. No es cierto que no se puede ampliar una denuncia, si alguien se lo dijo le mintió. Tal vez esa situación no sea del conocimiento de la jefatura local. Si Gaby sabe o intuye quien puede haberle robado, debe ser escuchado. Por ahí recupera sus herramientas de trabajo, y decide no irse de Casares.