Un viento de 140 km. que llegó a tener la intensidad de un huracán, arrasó vastos sectores de la ciudad de Chivilcoy, ocasionando grandes pérdidas materiales. Afortunadamente no hubo víctimas.
EN LA FÁBRICA DE LOS GROBO
El viento causó serios daños en la fábrica de pastas «Juan Carlos Goyeneche» de la marca «Pastasole» que la megaempresa casarense posee en Chivilcoy sobre ruta 30, km. 88,5 a dos mil metros de la ruta 5. Nos decía un directivo de la empresa que las fuertes ráfagas de viento destruyeron el sector de la caldera, verdadero corazón de la fábrica, voló techos, chimeneas, tableros, etc., causando daños muy importantes. Hasta ayer por la mañana estaban sin energía, también virtualmente incomunicados, a la espera de que puedan restituirse los servicios con normalidad a fin de evaluar los daños e iniciar la reparación de los mismos. «Justo ahora que habíamos conseguido el trigo necesario para poder hacerla funcionar a pleno», nos decía dicho directivo visiblemente consternado.
UNA CIUDAD BOMBARDEADA
En otros sectores de la ciudad las fuertes ráfagas de viento provocaron la voladura de techos, rotura de carteles, estallido de vidrieras, 1500 árboles caídos, 60 familias sin hogar e infinidad de daños. «Dejó una ciudad bombardeada», decía el intendente Anibal Pitelli a los medios, reconociendo que salvo unos cuantos heridos leves, no hubo que lamentar muertes.