Sin lugar a dudas que nadie, en la noche del viernes, permaneció ajeno a las palabras que la Sra. Mirta Kiliman pronunció en su discurso al imponerse con su nombre al escenario de la Fiesta Nacional del Girasol.
Hablando con el corazón, arrancó emoción y por qué no decirlo, alguna que otra lágrima en todos y cada uno de los presentes, lo que nos da la pauta cabal de lo bien que estuvimos representados todos los casarenses más allá de su belleza.
Así se expresó ante su querido Carlos Casares:
Mi querido pueblo de Carlos Casares, voy a contarles una pequeña historia. En el año 1964, un 26 de abril, era una noche lluviosa que no quería amainar el entusiasmo y la euforia de un pueblo que esperaba tan ansiosa fiesta. Así en las voces de un gran locutor, Oscar Bustamante y de dos grandes de la radiofonía nacional Dardo Quiroga e Isabel Marconi fui electa, pronunciaron mi nombre diciendo que era la primer Reina Nacional del Girasol. Cuanto orgullo!!! Cuanta satisfacción!!! Cuanta dicha!!!…
Iba a representar de ahí en más a mi ciudad en los distintos eventos del país.
Bueno….no todo en la vida es alegría, color de rosa y satisfacciones… también la vida me ha puesto a prueba en estos últimos años varias veces, pero no obstante ello la vida es hermosa y merece ser vivida y merece que la disfrutemos y sobre todo cuidémosla.
Aquí me hago eco y hago mía las letras de esa hermosa canción y que cantaran tantos artistas Gracias a la Vida…. gracias a la vida que me ha dado tanto. Me dio una identidad, me dio una familia, hijos, nietos, amigos… el ser una persona sumamente agradecida y el tener una amplia capacidad de amar para brindarme a los demás…fui y soy docente de alma. Y digo que soy una agradecida en primera instancia, agradezco a Dios que me dio otra oportunidad de vida y es mi sostén en cada instante. Después a mis padres que me hicieron fuerte, con mucha fortaleza para afrontar las contrariedades y seguir adelante. A mi familia que me apuntaló y me sigue apuntalando para que no baje los brazos. Como dijera una de mis hijas: no es una lucha tuya sola, es una lucha de todos nosotros y por eso estamos acá para acompañarte y pelearla juntos.
O como me dice la nieta: sos una abuela grossa, te las bancás todas… bueno, y acá estoy… a mis amigos, ellos y ellas que están siempre apun-talándome para que no baje los brazos y siga adelante. A esta legión de ángeles que se cruzó en mi camino, llámense médicos, kinesiólogos, neurólogos que me dieron todo su profesiona-lismo, su voluntad, su tiempo, su contención y junto con Dios dijeran: vamos, levántate y anda que este no es tu final.
Entonces como no voy a estar agradecida a este maravilloso pueblo de Carlos Casares por tanto cariño y tanto respeto de tantos años. Cómo no voy a ser una persona agradecida…
A las chicas que hoy nos representan, yo también hace unos cuantos años, dicen que son 50, tam-bien tuve las mismas ilusiones, la misma esperanza, los mismos miedos que puedan llegar a tener Uds. Pero relájense, vivan plenamente este momento maravilloso, que es hermoso, yo diría mágico, porque les va a servir con el paso de los años, para esbozar una sonrisa o para humedecer los ojos recordándolos.
Agradezco infinitamente a las autoridades municipales, a la comisión de la Fiesta Nacional del Girasol que me hizo esta convocatoria, esta invitación y este reconocimiento. Son caricias al alma y mimos al corazón. Sumamente agradecida… que no se apague nunca la luz de la Fiesta Nacional del Girasol para que siga alumbrando a todo Carlos Casares, una ciudad solidaria, anfitriona, que da mucho, mucho amor para todos los que quieren venir a compartir con nosotros este gran evento
Dios los bendiga, los quiero muchísimo y estoy muy orgullosa de ser Argentina, Bonaerense y Casarense.