Falleció a los 83 años, en la madrugada del domingo 5 de enero, quien fuera Intendente Municipal de 1983 a 1987 y que ocupara el cargo de Concejal de 2009 a 2013
La historia lugareña, como cualquier historia, se forma de hechos y acontecimientos que la conforman, de nombres y momentos que la hacen perdurable y de nostalgias que a través del tiempo se vuelven recuerdos. Y de desgarrones de dolor que dan paso a esas nostalgias, y que marcan los jalones donde se afirma el recuerdo.
En el recién iniciado domingo 5 de enero, comenzó su viaje por el sendero celeste de los recuerdos quien a través de su paso por esa historia, ocupó, tal vez, los cargos políticos locales de mayor trascendencia ciudadana de sus habitantes dentro de su sociedad: Falleció Héctor Rubén Miró, que por voluntad y elección de sus vecinos casarenses, fue proclamado Intendente Municipal el 30 de octubre de 1983, inaugurando la restitución de un proceso democrático que hoy ha cumplido orgullosamente 3 décadas de ininterrumpida presencia.
Aquel Héctor Rubén Miró que nacido en Bellocq, un día, venido con su familia a la ciudad cabecera del partido, con su hermano Polo, se instalara en la Avenida San Martín, frente al club del mismo nombre, con un negocio de librería, que con el nombre de Sarmiento, le permitió comenzar su inclusión en la sociedad casarense.
Correcto y honesto comerciante, un día, ante la posibilidad de volver a vivir en democracia, fue propuesto por la Unión Cívica Radical, en la que militara desde siempre, para el cargo de Intendente de Carlos Casares. Y en las elecciones realizadas el 30 de octubre de 1983, en dura contienda con el candidato del Justicialismo, Luis Cantisani, logra el apoyo mayoritario del pueblo, que a través de sus votos lo consagran para ocupar el sillón de Robbio. Y con la misma corrección y honradez que transcurrió toda su vida, cumplió ese mandato que le diera el pueblo. Años más tarde, cuando parecía que se había retirado de la actividad política, su amigo el entonces Intendente José Juan Andreoli lo convoca para que se desempeñe como Secretario de Hacienda. Y luego fue Jefe de Compras, para, finalmente ocupar el cargo de Concejal en el periodo de 2009 a 2013, retirándose en medio de los festejos y homenajes que merecieran los 30 años de democracia de los que él fuera parte integrante.
Cabeza de familia de un importante grupo, que integrara con su esposa, fallecida hace unos años y que fuera un duro golpe del que no se repuso totalmente, 5 hijos que lo hicieron varias veces abuelo y que estuvieron junto a él en todos los momentos de gloria y alegría, como así también en los momentos donde el dolor y la preocupación de su salud lo requirieron. Porque en ese transcurrir, su salud había dado avisos de problemas que con ayuda de la ciencia y su fuerza de voluntad fue superando, hasta que en las postrimerías del 2013 e inicio de este 2014, que recién viene haciendo sus primeros palotes, un nuevo problema obligó a su internación en el Hospital Municipal, donde, como ya hemos dicho, en la madrugada del domingo 5, su corazón de hombre bueno y honesto, detuvo para siempre sus latidos.
Fue despedido como los méritos de su actuación en la vida lo merecían, pasando por el comité de la UCR, donde lo despidieron con una bandera del partido de Alén e Yrigoyen, . También fue despedido por el Intendente Torchio, y distintos funcionarios y concejales frente al Palacio Municipal y luego del rezo religioso en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en el lugar de su última morada, quienes fueron y son sus pares, Omar Foglia y Rodolfo Caprioli, le dieron el último adiós.
Con Héctor Rubén Miró se nos va una importante figura de la historia lugareña, que tiene un bien ganado lugar en el recuerdo de la comunidad casarense.